Desde su llegada a los Diablos Rojos de México, el pasado 19 de marzo, Trevor Bauer se ha impuesto como uno de los mejores pitcher del país, ¿y por qué no? también del mundo. Sin embargo, este atleta estadounidense asegura no encontrar las razones de por qué no está en una organización de élite del beisbol estadounidense como los Yankees o los Dodgers.
Trevor Bauer triunfa en México y busca una segunda oportunidad
Trevor Bauer es un beisbolista que tenía todo para ser una historia de éxito, sin embargo ahora busca recuperar su sitio en las Ligas Mayores.
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“Debería estar lanzando en las Mayores. Soy lo suficientemente bueno para pitchar en las grandes ligas, soy probablemente uno de los mejores 15 pitchers en el mundo ahora mismo, pero no puedo cambiar eso ahora”, asegura en entrevista con Expansión.
Bauer nació el 17 de enero de 1991 en North Hollywood, California, pero creció en Valencia, un suburbio de clase media de Los Ángeles. Desde los tres años, su papá lo introdujo en el mundo del beisbol, del que se obsesionó.
En 2010 fue seleccionado en tercer lugar general del draft por los Diamondbacks de Arizona, con quienes lanzó apenas 16 entradas en 2012.
Su personalidad en el montículo es avasallante y se basa en el dominio de su rival. Durante sus años en las Ligas Mayores acumuló 1,416 ponches en 1,297 entradas lanzadas y una efectividad comparable con la de algunos de los mejores pitchers de su generación.
Carrera en pausa
La carrera de Bauer dio un vuelco en 2021 cuando se le impuso una suspensión administrativa para llevar a cabo una investigación por acusaciones de abuso sexual en su contra.
“Nunca hice lo que supuestamente dicen”, insiste el beisbolista. “Ya serví mi suspensión y no hay una razón, desde ese punto de vista o desde el talento, para no dejarme jugar en las Mayores”, asegura.
Estar lejos de las Mayores no le impide disfrutar de México. Bauer afirma que la liga tiene nivel y, particularmente, los Diablos tienen un equipo capaz de ganar un campeonato este año. Su tiempo aquí no es, para él, algún tipo de redención.
“No hay nada que redimir. Para mí, la redención es enfocarte en el pasado, algo que se quedó allá y aún tratas de recuperar. Veo hacia adelante, ¿qué quiero conseguir en el beisbol? ¿Cómo impacto a las personas a mi alrededor? Ahí mantengo mi enfoque”, dijo.
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