Jimmy Junior Méndez Ramiro es uno de los 14,151 estudiantes que ingresaron este año a las aulas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y no solo eso, también tuvo que cambiar su estilo de vida, ya que tuvo que mudarse a la Ciudad de México desde Puebla.
El joven cuenta a Expansión cómo enfrentará estos nuevos retos que se le presentan.
Con 17 años cumplidos, Méndez Ramiro aseguró sentirse contento por ser aceptado en una de las universidades más prestigiadas del país. Para ello se preparó con meses de antelación. Ahora vive con familiares en la CDMX para trasladarse a Ciudad Universitaria.
Tras obtener 97 aciertos en el examen de ingreso, cursará la carrera de Ingeniería Eléctrica y Electrónica en la Facultad de Ingeniería, aunque su objetivo es estudiar Ingeniería Biomédica.
El egresado del Colegio de Bachilleres número 17 en Puebla dijo que buscó asesorías de matemáticas con profesores tres meses antes para dedicarse específicamente a esa ciencia.
Y con seis meses antes me puse a repasar otras materias del temario, por ejemplo, un poquito de historia y biología, aunque esos temas sí los cursé en el bachillerato
“(Mi familia) me lo ha dicho varias veces: se siente orgullosa de que haya llegado hasta acá. Y también es para mí un orgullo representar a mi familia. Mi padre tiene secundaria y mi mamá tiene licenciatura”, expresó.
Ahora vive con familiares en la zona de Pantitlán, Estado de México, por lo que para llegar destina dos horas diarias de traslado rumbo a CU y dos de vuelta con un costo de 22 pesos diarios de pasaje entre el metro y una combi que debe de tomar.
En cuanto a las personas y cómo es aquí, se me hace que el ritmo de vida es un poco más acelerado comparado con lo que estaba acostumbrado a vivir antes en el municipio de Tlatlauquitepec
“Y por parte de mis compañeros, hasta el momento, afortunadamente, creo que no ha existido ninguna discriminación hacia mí por ser foráneo”, aseguró.
Jimmy afirma contar con el apoyo de su familia para solventar gastos que derivan del estudio de una carrera universitaria por lo que decidió irlos a visitar al final del primer semestre.
“También es importante darnos algún tiempo para despejarnos y me gustaría ir de vacaciones un buen rato”, dijo.
La UNAM dio a conocer que este 2024, menos del 10% de los 143,427 que presentaron examen de admisión fueron aceptados.
Las estadísticas proporcionadas por la Máxima Casa de Estudios arrojaron que se rechazaron a 129,276, es decir más del 90%.
