Manejar una gran compañía no es tarea sencilla. No basta con tener un producto o un servicio para ofrecer, contratar personal y a alguien que lo dirija; se trata de evaluar qué tan preparados se puede estar para enfrentar problemáticas cuando las cosas no salen bien, así como de tener la capacidad de adelantarse con un plan “B” a la tempestad que puede llegar en cualquier momento.
Eso es lo que diferencia a un buen líder de alguien que solo sabe ser jefe. “Hay que desarrollar un plan que permita reconocer todos los cambios que vemos un día sí y otro también en México, que nos permitan tener una presencia y una marca tan relevante como Renault estable dentro del país”, explicó Jesús Gallo, CEO de Renault México, durante su participación en la ponencia Gigantes de la dirección, realizada en el marco del foro Expansión CEO Summit.
“Entonces hay que ver cómo hacemos que el grupo sea más flexible, más resistente, que pueda estar preparado para cambios de políticas arancelarias, económicas, etcétera”, agregó.