Cerca del 27% del universo está compuesto por la llamada "materia oscura", aquella materia inconmensurable y que no se puede medir con ningún instrumento humano creado hasta hoy. Los agujeros negros primordiales son, teóricamente, una de las causas. Y un nuevo estudio indica que al menos uno de estos objetos podría atravesar no solo la galaxia, sino el sistema solar cada 10 años.
¿Los agujeros negros primordiales están atravesando nuestro sistema solar?
La investigación , publicada a principios de mes en Physical Review D, estima que la cantidad de agujeros negros primordiales es tan elevada que, al menos una vez por década, uno de estos objetos cósmicos cruzaría la región interna de nuestro sistema solar. Y, en este sentido, los científicos proponen que estos eventos de paso generarían ondas gravitacionales detectables.
El término de "primordiales" se debe a que, según los investigadores, estos agujeros negros se habrían formado en el origen del universo. De acuerdo con la NASA, "las condiciones en el universo primitivo pueden haber permitido la formación de agujeros negros mucho más ligeros (agujeros negros primordiales). Un agujero negro con una masa similar a la de la Tierra tendría un horizonte de sucesos (el punto de no retorno de los objetos que caen) tan ancho como una moneda de diez centavos de dólar estadounidense".
"Dado que las efemérides del Sistema Solar se modelan y miden con una precisión extremadamente alta, esos encuentros cercanos podrían producir perturbaciones detectables en las trayectorias orbitales con características muy peculiares", explica el documento.
La importancia de esto no es solo la posibilidad de medirlo, sino también de lo contrario: no detectarlo.
"Estos agujeros negros primordiales (PBH por sus siglas en inglés) apenas perturbarían el Sistema Solar. Sin embargo, las distancias entre la Tierra y los planetas se conocen con una precisión extraordinaria. A partir de sus cálculos y simulaciones, (los investigadores) concluyeron que el paso de al menos un PBH con la masa de un asteroide a través del Sistema Solar podría dejar un rastro detectable en los datos de distancia existentes o inminentes una vez por década. Una no detección, dicen, impondría restricciones estrictas a un candidato a materia oscura bien motivado", resume Charles Day en la revista Physics Magazine.