Una estrella de magnitud baja pasará a ser visible a simple vista durante algunos días. Para observarla no necesitas telescopio, pero sí ubicarla con precisión.
Este fenómeno no ocurre de forma repentina. Desde 2023 se han registrado cambios en el brillo de esta estrella, que se encuentra en una constelación poco conocida.
T Coronae Borealis forma parte de un sistema binario compuesto por una enana blanca y una gigante roja. Este tipo de estructura estelar permite que ocurran eventos de acumulación de masa, lo que provoca un incremento súbito en el brillo de una de las estrellas. Ese aumento se conoce como “nova”, y cuando sucede más de una vez en escalas de décadas se clasifica como “nova recurrente”.
A diferencia de una supernova, que implica la muerte de una estrella, la nova recurrente no destruye el sistema. En este caso, el brillo aumenta por una reacción en la superficie de la enana blanca, que ha captado material de la estrella gigante. Starwalk explica que este proceso ocurre de manera explosiva, pero la estructura de ambas estrellas sobrevive.
Este tipo de fenómenos solo ocurre en estrellas binarias con estas características. T Coronae Borealis es una de las pocas que presentan esta clase de actividad de forma periódica. Según el seguimiento astronómico citado por Starwalk, ya se han registrado dos eventos anteriores y ahora se espera el siguiente con base en esos ciclos.
Los registros históricos ubican las explosiones de T Coronae Borealis en 1866 y en 1946. A partir de estos datos, los astrónomos concluyeron que el ciclo de recurrencia ocurre cada 80 años aproximadamente. Esa periodicidad es poco común, ya que otras novas no siguen patrones tan definidos.
Antes de cada erupción, la estrella muestra un descenso gradual de brillo. Este comportamiento fue documentado antes del evento de 1946, y volvió a observarse en marzo de 2023. De acuerdo con Starwalk, esta reducción anticipa la siguiente fase del ciclo, lo cual ha motivado una vigilancia constante por parte de la comunidad astronómica.
Además de los eventos confirmados, hay registros más antiguos que sugieren posibles explosiones en los años 1217 y 1787. Starwalk menciona documentos históricos como la Crónica de Ursperger, en la que se describe un objeto brillante en la constelación Corona Borealis que permaneció visible durante varios días. Aunque no hay certeza sobre esos datos, refuerzan la hipótesis de una periodicidad de ocho décadas.
A pesar del monitoreo constante, no existe una fecha exacta para la próxima explosión. Las proyecciones se basan en los patrones de brillo observados, pero estas estimaciones varían. Según Starwalk, una predicción inicial consideró que el evento ocurriría entre mayo y septiembre de 2024, siguiendo el modelo de 1946. Sin embargo, esta predicción ya no se cumplió.
Una proyección más reciente, también basada en los cambios de brillo iniciados en 2023, sugiere que la nova se producirá entre julio y octubre de 2025. Esta predicción se considera la más probable, ya que toma en cuenta los tiempos observados en la disminución y recuperación de brillo de eventos anteriores. A pesar de eso, no se puede asegurar con certeza el momento exacto.
Starwalk también recuerda que existen estimaciones más conservadoras, como la realizada en 1946 por Knight y Lindley, que apuntaban a una posible recurrencia en 2026 o incluso 2027. Dado que el fenómeno aún no se ha manifestado, todas estas fechas permanecen como escenarios tentativos. Lo único seguro es que el evento está próximo, en escala astronómica.
Cuando ocurra la explosión, T Coronae Borealis pasará de una magnitud 10 a una magnitud 2, lo que significa que será visible a simple vista desde diversas regiones. Starwalk señala que este aumento de brillo sucederá en cuestión de horas o días, y se mantendrá perceptible por algunos días sin necesidad de instrumentos ópticos. Posteriormente, podrá seguirse con binoculares por cerca de una semana.
Para localizarla, necesitas conocer la posición de la constelación Corona Borealis, que aparece en el cielo del noreste después del atardecer. Desde México, es más fácil observarla entre marzo y agosto, ya que durante ese periodo la constelación se encuentra más alta y visible en el hemisferio norte. Starwalk explica que la estrella nova aparecerá justo debajo del arco que forma esta constelación.
Para mejorar la localización del fenómeno, puedes usar herramientas como las aplicaciones Star Walk 2 o Sky Tonight. Estas plataformas te permiten apuntar tu celular al cielo y seguir una guía hasta ubicar el punto exacto. Según Starwalk, antes de que la estrella explote, solo verás un punto oscuro en esa región, pero una vez que ocurra, podrás identificar la nova con facilidad.
