"¿Qué podemos esperar para el futuro? Más de lo mismo, incluso peor", añadió.
Nullis indicó que, tradicionalmente, julio es el mes más cálido del año en el hemisferio norte pero que episodios de calor extremo tan tempranos como los de estas semanas son algo excepcional.
La vocera habló del calor extremo como de un "asesino silencioso", advirtiendo que los balances de muertes por calor a menudo están infrarrepresentadas en las estadísticas oficiales, en comparación, por ejemplo, con los decesos por ciclones tropicales.
"Es importante señalar que cada muerte por calor es innecesaria: tenemos el conocimiento, tenemos las herramientas, podemos salvar vidas", enfatizó.
Según esa agencia de la ONU, las alertas tempranas y planes de acción coordinados son cruciales para proteger a la gente.
La ola de calor en Europa occidental se debe a varios factores, como "el aire caliente del norte de África" y el aumento de las temperaturas en la superficie del mar Mediterráneo, "que tiende a reforzar las temperaturas extremas" en tierra, explicó Nullis.