Ante los malos hábitos que actualmente vive la mayoría de los mexicanos, una de nuestras misiones debería ser la de llevar una dieta sana y equilibrada.
Lo importante de “balancear” no sólo son los alimentos, sino la vida en general, es hacerse a la idea de que optar por una dieta adecuada no es sinónimo de tortura, es incorporar en nuestra cotidiana vida costumbres alimenticias, físicas y mentales, ya que en las últimas dos décadas se han transformado los hábitos alimenticios de la gente, es decir, se ha incrementado en su dieta la comida chatarra y el sedentarismo.
Consumir o no un alimento o bebida, por sí sólo, no es el origen de un problema de alimentación. Diversos expertos en salud coinciden que no hay alimentos buenos o malos, pero que es muy importante seguir una dieta equilibrada acompañada por una actividad física.
Si bien, el resultado de la poca información y desorientación con respecto a llevar una dieta sana y equilibrada es el mito en torno a ellas. Hoy en día podemos encontrar una cantidad considerable de alimentos “chatarra”, pero más bien lo que existen son las “dietas chatarra”.
Asimismo, debemos aprender a cambiar estas malas conductas que incorporamos diariamente, volver a una nutrición saludable y cuidada, cambiar algunos privilegios de la vida moderna en pos de una buena salud, es parte fundamental de vivir sano.
Ahora bien, el régimen alimenticio puede ser incorrecto si no se equilibran los tipos de alimentos que se ingieren. Prácticamente toda la comida tiene beneficios si se consume en la proporción correcta, es decir, la comida que contenga calorías hay que saber cómo balancearla. No obstante, la necesidad de estar siempre en forma, saludables de cuerpo, mente y espíritu, es alcanzable siempre y cuando pongamos de nuestra parte y seamos constantes.
Sin embargo, a veces por cuestiones de vivir apresurados y llenos de actividades, se dificulta aún más nuestras aspiraciones para lograr sentirnos bien físicamente y llegar al peso idóneo. Por ello, una adecuada alimentación debe contener de todo: verduras, frutas, cereales, leguminosas, alimentos de origen animal y grasas, pero todo con moderación y poniéndole atención a las cantidades.
Tomar la iniciativa hacia una vida saludable, sin duda, ayuda a reducir el riesgo de un sinfín de enfermedades; por ello, es importante acudir al médico periódicamente, tener peso saludable, hacer ejercicio, no fumar, protegerse del exceso de sol y evitar tomar alcohol Así que, elige vivir sano y aliméntate lo mejor posible.