nullEl Fideicomiso de Bienes Raíces para el Sector Energético (Fibra E) y los Certificados de Proyectos de Inversión (CerPI), dos vehículos de inversión planteados en la iniciativa del Paquete Económico 2016, representan un hito en el régimen fiscal mexicano.
Ambos instrumentos, pero en especial la Fibra E, marcan un punto de referencia ya que, para efectos fiscales, fueron previstos como “transparentes”; es decir, el impuesto se paga a nivel de cada inversionista y se continúa con la exención en su enajenación en bolsa para personas físicas y extranjeros.
Con el esquema de Fibra E, se espera reducir la carga fiscal de los proyectos de infraestructura energética e incrementar las opciones de financiamiento e inversión para este sector, el cual es intensivo en capital.
Este vehículo es relevante para la industria energética, la cual –a pesar de que solo genera 1% de los empleos del país– aporta, aproximadamente, 8% del Producto Interno Bruto y 15% de las exportaciones nacionales.
Tanto la Fibra E como los CerPI forman parte de las políticas fiscales que generan competitividad y que constituyen los retos principales en esta materia para el país.
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