Un iraní juega en la NBA y encesta a favor de Estados Unidos

De bombas nucleares a derechos humanos. La imagen de Irán es bastante negativa en Estados Unidos, pero con un poco de fanfarrias, un hombre iraní se ha ganado el corazón y los aplausos de los estadounidenses que pelean en la cancha de baloncesto en todo el país.
Hamed Haddadi es el primer jugador iraní de baloncesto. Con 2.19 metros de altura, Haddadi comenzó a jugar para los Grizzlies en agosto del 2008. Su último juego de la temporada fue el pasado miércoles en la ciudad de Oklahoma.
Sin importar la tensión política entre Estados Unidos e Irán, las presiones parecen ausentes entre los compañeros del equipo, lo mismo sucede con los aficionados.
“Parece que él es el Grizzly más popular. Cuando vamos por la calle… él tiene todo el apoyo de mucha gente, muchos vienen a verlo a él y a vernos jugar”, comentó el jugador Mike Conley, quien acompañó a Haddadi a un festival “kebab”.
El festival kebab se llevó a cabo en Las Vegas en el 2009. Haddadi fue a un restaurante persa, acompañado por Conley y otro jugador de los Grizzly, Hakim Warrick. El evento sirvió para presentarle a sus amigos la cocina persa.
No fue fácil obtener el permiso para jugar en los Estados Unidos. Las sanciones sobre Irán prohíben “a una persona u organización de los Estados Unidos realizar negocios con Iranís”, comentó el asesor legar de la NBA.
La NBA tuvo que solicitar una licencia al gobierno para obtener permiso para que jugara en la liga.
Su bienvenida ha sido muy positiva en la cancha. Pero en una ocasión ya tuvo problemas con los narradores de un juego.
Ralph Lawler y Mike Smith, narradores de la cadena Fox Sports, fueron suspendidos por un juego por sus comentarios mordaces sobre Haddadi.
Cuando los Grizzlies se enfrentarons a los Clippers, los dos bromearon sobre el central iraní.
“¿Estás seguro que no es el hermano mayor de Borat? Dijo Smith. “Si llegaran a hacer una película sobre Haddadi, voy a pedirle a Sacha Baron Cohen que le personifique”.
Mayar Zokaei, el manager iraní-americano de Haddadi, comentó que el jugador de baloncesto iraní ha atraído la atención de los medios de comunicación hacia un equipo de media tabla como los Grizzlies.
“Él ha llamado la atención de la prensa más que cualquiera de sus compañeros, este año y los dos años pasados, por la única razón de que es iraní-americano”, dijo Zokaei.
“Es raro encontrar a un iraní jugando baloncesto en Estados Unidos. No hay muchos iraníes que hagan deporte en las canchas deportivas de Estados Unidos.
Haddadi enfrenta muchos retos. Uno de ellos es hablar y aprender bien el idioma inglés. Y más que eso, su familia está a casi 7,000 millas, en Irán. La situación política en casa es algo que no puede controlar por lo que está preocupado por su familia.
“Le afecta porque los extraña, no está al tanto de lo que sucede porque está muy ocupado… pero siempre está preocupado sobre su bienestar”, dijo Zoakei.
Fuera de la cancha, Haddadi ha estado trabajando en la relación entre iranís y americanos y el baloncesto. Haddadi fue el iniciador de la Fundación Hamed Haddadi Javanan, una organización de caridad que otorga becas a atletas que desean estudiar.
La fundación no ha sido su única iniciativa. En el 2009, con los Lakers de Los Ángeles y en conjunto con Ron Artest y su manager Zoakei, Haddadi fue el anfitrión de un campamento de baloncesto para 100 niños durante un fin de semana.
El campamento se llevó a cabo en la Universidad del Estado de California, en Northridge, y fue dirigido a la comunidad iraní-americana principalmente.
El equipo de Haddadi no llegó a la final de la NBA, que comienzan la próxima semana.
Su siguiente prueba jugando en la cancha será enfrentarse contra Irán, en el campeonato mundial de septiembre en Turquía. Haddadi y su compañero de juego Rudy Gay concuerdan en que ganará Estados Unidos.
“Para decirles la verdad… no podemos ganarle a Estados Unidos”, dijo Haddadi. “Nosotros (los Estados Unidos) vamos a ganar, por supuesto”, añadió Gay.
Pero estos dos años en Estados Unidos han sido una victoria personal para Haddadi, quien sólo quiere jugar más cuando regrese a Estados Unidos.