El entrenador brasileño se destaca por su mala relación con la prensa

Después de la inmortal frase "que la chupen" que le dedicó Diego Maradona a sus críticos tras lograr la clasificación de Argentina al Mundial de Sudáfrica, muchos esperaban que el polémico ex futbolista se mostrara irascible y combativo con la prensa en el torneo.
Pero curiosamente, ha sido el entrenador brasileño Dunga, quien muestra ahora la misma vehemencia de su época de jugador, el que ha desatado una "guerra" con los medios.
"Este es mi equipo, no tuyo", le espetó tajante Dunga a un periodista que cuestionó sus tácticas, cuando todavía faltan días para que la pentacampeona del mundo debute el 16 de junio ante Corea del Norte por el Grupo B.
El ambiente se está tornando tan malo que el domingo el brasileño decidió inesperadamente prohibir el acceso de a la prensa a la práctica del día.
En contraposición, y para sorpresa de muchos, Maradona ha controlado su carácter explosivo y se ha mostrado tranquilo desde su llegada a Sudáfrica, tras una tumultuosa etapa clasificatoria en la que le llovieron críticas por el gris juego de la "albiceleste".
El sábado, después de la victoria de Argentina 1-0 sobre Nigeria en su debut en el Mundial, estuvo amistoso y bromeó mientras se comía una manzana entre pregunta y pregunta.
Apenas se molestó cuando un periodista criticó su planteamiento en el campo de juego, donde las numerosas oportunidades no se tradujeron en más goles y el equipo mostró algunos desajustes en defensa.
Dunga, quien también tuvo una serie de peleas con la prensa desde que asumió el cargo, llegó a asegurar en rueda de prensa días atrás que había 300 periodistas de Brasil "torciendo" contra su propio equipo en Sudáfrica.
Las críticas de la prensa han generado un clima de "guerra" de parte del entrenador, algo que Maradona vivió hasta que llegó a Sudáfrica, cuando sus métodos de trabajo comenzaron a recibir mejores comentarios.
Maradona, que en sus más de 30 años en el centro de atención de los medios llegó a disparar a periodistas con un rifle de aire comprimido, tuvo su última polémica cuando dedicó la clasificación al Mundial a todos los argentinos "menos a los que no confiaban en nosotros".
Ahora aparece más calmado, al igual que otros entrenadores conocidos por sus exabruptos, como el francés Raymond Domenech y el serbio Radomir Antic.