La final de Sudáfrica 2010 busca la mayor audiencia de TV de la historia
La final del Mundial de futbol de Sudáfrica 2010, que este domingo juegan España y Holanda, busca superar a la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 como el evento deportivo con mayor audiencia televisiva en la historia.
"Nuestra investigación encontró que hubo una audiencia global de 593 millones de personas que vieron la ceremonia de inauguración en vivo, en tanto 320 millones vieron la final del Mundial de futbol de Alemania 2006", dijo a CNN Kevin Alavy, director de la consultora Futures Sport + Entertainment.
Niclas Ericson, director de televisión de la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA), dijo en una conferencia de prensa que el organismo rector del balompié en el orbe no quiere "especular con los números, pero esperamos que éste sea el más grande (evento) de todos los tiempos".
De acuerdo con el funcionario, el alcance de la final del Mundial ha crecido significativamente desde 2006: "Creo que es la primera vez que hemos logrado colocar los derechos de transmisión en cada televisión nacional —desde las pequeñas islas en el Pacífico hasta los pequeños países de Asia y África—, hemos cubierto en todas partes".
Alavy dijo que, históricamente, las finales del Mundial tienen las cifras de audiencia más altas, pero esa marca fue superada por los Juegos Olímpicos celebrados en el país más poblado del planeta.
Por ello, cualquier intento por superar el récord del evento más visto por televisión tiene que tomar a China en cuenta, agregó.
Pese a la confianza de la FIFA en establecer una nueva marca, Alavy se mostró escéptico: "Creemos que la audiencia global total para 2010 será 5% superior a la de 2006".
Los eventos deportivos superan a cualquier otro en este rubro, según el consultor.
"Los eventos más vistos en la historia, por algún margen, son la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos y la final del Mundial de futbol. Eventos históricos, como la toma de posesión de Barack Obama o el funeral de la princesa Diana, por ejemplo, pueden ser importantes desde una perspectiva cultural e histórica, pero simplemente no tienen la misma escala de audiencia que pueden generar los eventos deportivos masivos", dijo.
