El estadio Omnilife es "un volcán con cielo nublado", explican arquitectos
El diseño original del nuevo estadio de las Chivas del Guadalajara concebía a la estructura como un volcán con una nube en la parte superior.
Hoy, a unas horas de su inauguración, el diseño de los franceses Jean-Marie Massaud y Daniel Pouzet cobra un mayor realismo con las nubes de lluvia que cubren el cielo de la capital jalisciense y que inquietan a los aficionados sobre las condiciones climáticas que imperarán el viernes por la noche durante el encuentro entre las Chivas y el Manchester United.
Uno de los elementos más distintivos del recinto deportivo es la "nube" que forma el ovalo blanco en lo alto del estadio. La estructura de 2,700 toneladas de acero tiene un recubrimiento hecho a base de un sistema de láminas impermeables y una lona especial que da la apariencia de continuidad. Su apoyo se basa en 16 supercolumnas.
"El diseño de Jean Marie Massaud proponía una pieza arquitectónica que se continuara en el terreno, que hubiera una gran integración con el medio ambiente, que no fuera una pieza que irrumpiera de manera agresiva. Fue una declaración a favor de la naturaleza", comenta para Obras, Juan Andrés Vergara.
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