¿Qué países deberían ser anfitriones de la Copa del Mundo?
En los últimos días, me han preguntado varias veces quién considero que será elegido para ser el anfitrión de las copas del Mundo en 2018 y 2022.
Mi respuesta siempre ha sido la misma: No tengo ni idea. Para 2018 es difícil elegir entre el creciente centro de energía económica que es Rusia -que nunca ha hospedado la Copa antes- y la 'casa del futbol', Inglaterra, que no ha realizado ni ganado el evento desde 1966; la aptitud ibérica de Portugal y España o el acercamiento práctico de Holanda y Bélgica.
Para el 2022, la elección es también algo compleja. Se pensaría que Estados Unidos tiene una sólida candidatura tras su primera Copa como anfitrión en 1994, pero ganar el voto también requiere de hacer amistades, y las consecuencias de las revelaciones hechas por Wikileaks podrían haber agriado algunas relaciones clave en el momento preciso.
Corea y Japón han sido anfitriones relativamente recientes (como organizadores conjuntos en 2002), mientras que el clima de Qatar en junio seguramente afectará su propuesta, pese al deseo de llevar el juego a una importante y nueva región.
Australia es famoso por su amor al deporte pero ¿serán lo suficientemente apasionados respecto al futbol para dar al evento la importancia de los Juegos Olímpicos en Sydney?
Las opciones son todas difíciles y es imposible predecir cómo votará el comité ejecutivo, porque hay mucha política involucrada.
Lo que sé con certeza es que la decisión sobre la sede de la Copa del Mundo no debería salir de un cuarto lleno de ejecutivos. Debería ser obra de un electorado que presentará un rango más amplio de edades y antecedentes.
El comité actual es un club exclusivo de “viejos chicos”. La edad de la mayoría de estos caballeros ronda los 50 y 60 años, si no es que más, y han sido parte de la jerarquía por más de 10 años.
Han construido entrelazadas relaciones personales que, de muchas maneras, son tan familiares como una familia. Pero, ¿significará eso que hayan perdido la capacidad de ser objetivos en lo que refiere a lidiar con mucha gente que conocen bien y que está conectada a los países que propuesto ser anfitriones del torneo?
No comentaré sobre los alegatos de corrupción revelados por operaciones mordaces de diarios de domingo o de algún programa de la BBC. Fue un asunto acordado cuando el periódico se acercó a los miembros ejecutivos en cuestión, y los oficiales implicados en el reporte de televisión habían sido exonerados en la Corte algunos años atrás.
De cualquier modo, las revelaciones no tendrán impacto en los pensamientos de los pocos elegidos investidos con el poder para votar sobre los países que deben hospedar los futuros torneos. Después de todo, son familia y cualquier golpe a su reputación colectiva , correcta o no, herirá los sentimientos colectivos sin duda alguna.
En cuanto al voto sobre la Copa del Mundo, veamos cómo debe cambiarse. En mi opinión, los anfitriones deberían ser definidos de la siguiente manera:
- Cada una de las 208 asociaciones de miembros de la FIFA debería tener un representante elegido internamente, que tomará parte en las votaciones.
- Estos representantes elegidos tendrían periodos de seis años, con el fin de que nunca participen en más de una votación para la Copa del Mundo.
- Todos los miembros deberían reunirse en Zurich y votar hasta que un ganador absoluto sea definido.
Estas medidas seguramente ayudarían a renovar la imagen de la FIFA y, en mi opinión, representarían un reflejo más balanceado y justo de lo que el mundo futbolístico siente y piensa.
Y seguramente, si cada votante tiene menos poder, las posibilidades de que recibieran sobornos disminuirían. De cualquier modo, será una sorpresa para mí y para millones de aficionados alrededor del mundo cuando finalmente se designen los anfitriones . A menos que ustedes sepan algo que yo no.