El Monterrey demuestra quién es el <i>sultán del norte</i> y el campeón

Monterrey se corona campeón del futbol mexicano en el Torneo Apertura 2010.
Los Rayados demostraron este domingo ser los verdaderos sultanes del norte, en su casa sacaron la casta y dieron una vuelta al marcador de la final del futbol mexicano, 5-3 .
El equipo lagunero pagó caro el error de salir a especular por tener una ligera ventaja en el marcador global, luego de que habían llegado a enfrentar la segunda parte de la final con ventaja de 3-2.
Pero dos golazos del chileno Humerto el Chupete Suazo y uno de José María Basanta sentenciaron el encuentro 3-0 para los regiomontanos.
El Monterrey salió con todo al estadio Tecnológico para buscar remontar el marcador, y por poco lo hacían cuando al minuto 3, Humberto Suazo, dentro del área, remató un centro de Neri Cardozo con un potente cañonazo que rebotó en el travesaño.
No tardó Suazo en rescatar un pase filtrado de Aldo de Nigris que había entrado peligrosamente por la izquierda al área santista, pero Oswaldo Sánchez logró meter bien el cuerpo para detener el disparo del chileno.
Pronto los jugadores intentaron alejar el esférico, pero quedó en pase equivocado que aprovechó Neri Cardozo y desde los linderos del área lagunera, mandó un tiro directo al arco que alcanzó a detener Oswaldo Sánchez.
En su partido de despedida, el árbitro central, Armando Archundia anuló un gol de Suazo, quien no dejó despejar al cancerbero santista y le robó el balón.
Duillo Davino casi comete otro terrible error, como el autogol del juego de ida, al regresar el balón a Jonathan Orozco, dejándosela a Cristian Benítez que sacó un disparo desviado al arco perdonando al conjunto rayado.
De Nigris tuvo una clara oportunidad de gol al minuto 23, quedó solo frente al marco lagunero y trató de definir con un centro que mandó por arriba. Y fue hasta el minuto 28, cuando Humberto Suazo puso el esférico en el fondo de la red al recibir un pase por atrás de Aldo y mandar un certero disparo.
Con el marcador global 3-3, Santos intentó reaccionar y Darwin Quintero trató de ofender el marco regiomontano aunque el balón se fue desviado.
Santos no encontró el juego peligroso que los caracterizó en el partido de ida, y regresaron del descanso con el mismo planteamiento táctico que a la postre les quitaría el trofeo de las manos.
Ya en la parte complementaria, Monterrey anota el segundo gol que aleja el tiempo extra y pone más cerca de la manos regias el trofeo.
Al minuto 72, un tiro de esquina cobrado por Neri Cardozo pone un centro a primer palo que remata de cabeza José María Basanta sin que la defensa o el portero de Santos pudieran hacer algo para evitar el gol.
Con esa anotación, que puso el marcador 4-3 en el global, el milagro regio se estaba cumpliendo y la voltereta en la final del futbol mexicano se materializaba.
La gente de Santos pedía que se invalidara el gol argumentando una infracción en el cobro del tiro de esquina. El balón parecía estar fuera del área de corner.
La infracción no fue concedida.
Monterrey quiso sentenciar el juego y no darle ni una esperanza de empate a Santos y al minuto 86, cayó el tercer gol de Monterrey.
Chupete Suazo arrancó con el balón desde la media cancha y se metió a la zona santista luego de quitarse uno a uno a los defensas. Tiró a gol y el balón entró.
Así Monterrey se llevó la cuarta corona en su historia y le arrebató la misma a Santos que, por segunda vez consecutiva en el año, se va al vestidor con la medalla de subcampeón.