Monterrey vibra con la gloria del campeón
Las calles de la capital de Nuevo León se pintaron este lunes de azul y blanco cuando cientos de seguidores del club Monterrey salieron de sus casas para saludar a los nuevos campeones del futbol mexicano .
Los Rayados demostraron ser los sultanes del norte al remontar un marcador adverso y vencer a los Santos de Torreón por 5-3 en la final del torneo Apertura 2010.
El festejo de los regiomontanos por el cuarto título de su equipo continuó todavía este lunes, con un desfile de la pandilla dirigida por Víctor Manuel Vucetich.
Dos camiones transportaron a jugadores, patrocinadores y cuerpo técnico del Monterrey desde las instalaciones de FEMSA hasta la Macroplaza, en el centro de la ciudad norteña.
La onceava campeona viajaba en el segundo vehículo, custodiando el trofeo plateado del Torneo Apertura 2010, mientras surcaban un mar de personas que ondeaban banderas rayadas y entonaban cánticos y porras para sus ídolos.
El ecuatoriano Walter Ayoví portaba la bandera de su país, la cual mostraba con orgullo al paso del contingente. En la Macroplaza, otro centenar de personas aguardaba al cuadro regio, a la vez que los presentes cantaban “y ya lo ves, y ya lo ves, somos campeones otra vez”.
Algunos aficionados rayados le pedían al chileno Humberto Suazo: “nunca te vayas”, en un escenario que parecía ser una extensión del estadio Tecnológico. La gente aventaba playeras y regalos a los jugadores para que los firmaran.
El número de personas reunidas en la Macroplaza era superior a la registrada hace un año, cuando los regios regresaron de la Ciudad de México con su tercer campeonato al vencer al Cruz Azul.
El himno del Monterrey enmarcó el inicio de la celebración, mientras la noche caía en la capital neoleonesa. “Muchas felicidades, y muchas gracias a todos los jugadores por cristalizar este segundo campeonato que para nosotros ha sido fantástico”, expresó Vucetich, quien fue levantado por sus jugadores como parte del festejo.
La ceremonia llegó a su final con el tradicional We are the champions de la banda Queen, mientras el plantel se despedía y daba gracias a su afición, una de las más grandes y fieles del país.
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