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El largo camino del Abierto de Australia para ser un torneo de alto nivel

La llegada de grandes tenistas australianos en los sesenta y el cambio de sede a Melbourne supusieron una revolución en el actual Grand Slam
lun 17 enero 2011 11:17 AM

El Abierto de Australia ha avanzado mucho desde sus días de formación. Cuando a los jugadores les tomaba 45 días hacer el viaje desde Europa en barco, su recompensa por ganar el entonces evento amateur no era más grande que la entrega de certificados de regalo.

Ahora, el torneo está firmemente establecido como un pilar del calendario mundial del tenis, que ofrece un premio de más de cinco millones de dólares, que incluso supera (gracias a la fortaleza del dólar australiano) a los otros tres eventos que conforman el grand slam del deporte.

Tenistas geniales, jugadores famosos, grandes multitudes, brillo y glamour… todo eso es el pan de cada día en Melbourne Park, pero las cosas no siempre lucieron tan bien para el evento.

La historia del tenis puede dividirse en dos periodos principales, la era amateur y la era profesional.

Durante su fase amateur, antes de 1968, el Abierto de Australia sufrió por su ubicación geográfica y por su lugar en el calendario del tenis , pues los grandes jugadores de la época entendiblemente se rehusaban a viajar la mitad del mundo por un premio tan pequeño.

De hecho, antes de la introducción de los viajes aéreos, la vastedad de Australia le generaba sus propias dificultades logísticas, por lo que incluso los jugadores locales no podían viajar a su propio torneo nacional.

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Pero en los 60 ocurrió una revolución, la misma década en la que el tenis australiano dominó al mundo. Rod Laver, Roy Emerson, Ken Rosewall, Tony Roche, Fred Stolle y John Newcombe se llevaron 29 títulos de grand slams sólo en los 60, mientras que Margaret Court era la jugadora femenil a la cabeza en esa época.

Por lo tanto, cuando la era profesional o Abierta comenzó en 1968, los principales jugadores no australianos se sintieron tentados a asistir, pero tomó un poco de tiempo para que el torneo se convirtiera en lo que es en la actualidad.

"Para ser honestos, el Abierto de Australia ha cambiado por completo en los últimos 30 años", dijo a CNN el reconocido periodista del tenis, Simon Cambers.

"Apenas en su historia reciente comenzaron a asistir los jugadores principales, reconociendo su lugar entre los torneos más importantes del calendario. Por ejemplo, Bjorn Borg nunca asistió, Jimmy Connors sólo jugó una vez, cuando ganó en 1974, y John McEnroe nunca lo consideró un grand slam adecuado”.

Pero los organizadores, Tennis Australia, hicieron dos cambios significativos que rediseñarían el torneo entero.

"Para empezar, cambiaron el Abierto a su fecha actual de enero. Nunca había tenido un lugar adecuado en el calendario, y en ocasiones se jugaba en diciembre", dijo Cambers.

"Pero lo más importante es que los organizadores reconocieron que necesitaban un lugar nuevo, y se llevaron el torneo a Melbourne Park, y eso marcó toda la diferencia", dijo Cambers.

Sin duda, la existencia nómada original del Abierto de Australia no ayudó a que fuera reconocido. Desde su inicio en 1905, el evento pasaba por casi todas las ciudades importantes de Australia hasta que finalmente llegó al suburbio de Melbourne, Kooyong, en 1972.

Y permaneció ahí hasta 1988, cuando se tomó la decisión de mudarlo a Melbourne Park, cerca del famoso estadio de cricket de la ciudad, el MCG.

"Cuando vemos a Kooyong, es difícil creer que en alguna ocasión albergó un torneo grand slam. La gente literalmente podía ir caminando por la calle mientras veía el torneo", dijo Cambers.

"No era lo adecuado para un torneo grande. John McEnroe solía bromear diciendo que había que escalar una colina para llegar a la red. El torneo debía moverse. Con la gran cantidad de dinero que se obtuvo de concesiones de televisión, la transición fue natural. Ocurrió después de que Pat Cash, el brillante rayo de esperanza para el tenis australiano, ganara Wimbledon, y eso aumentó incluso más su el perfil del evento".

Cash mismo, hablando en exclusiva con CNN, no comparte la visión de Cambers, aunque espera que el torneo sea completamente distinto a como era cuando comenzó a jugar tenis.

"Nunca lo pensé de esa forma y no estoy seguro de que yo haya tenido tal impacto", dijo el ex campeón de Wimbledon.

"Los últimos dos años, Kooyong veía competir a todos los grandes jugadores, pero las grandes personalidades como Boris Becker, Ivan Lendl y John McEnroe no tuvieron su mejor desempeño. Creo que mudarse a un estadio nuevo de alta tecnología, con un techo desplegable, dio al Abierto de Australia una de las mejores sedes del tenis mundial. Creo que ser un favorito nacional y jugar una gran final contra Mats Wilander, llamó la atención del mundo hacia este lugar, y dio inicio a una nueva era en la historia del tenis australiano".

Con un premio de casi dos millones de dólares para los eventos del sencillo masculino y femenino en 2011, el Abierto de Australia se convierte en uno de los monumentos del tenis profesional, de la talla de Wimbledon y de los Abiertos de Francia y Estados Unidos.

En vísperas del torneo de este año, Cash dice que su incapacidad por llevarse el título siempre se quedará con él.

"Siempre he creído que Wimbledon es el torneo más importante, y tuve la gran suerte de ganarlo", dijo el tenista de 45 años de edad. "Pero perder dos finales de cinco sets en dos años en el Abierto de Australia, frente a una multitud de compatriotas, me rompió el corazón, y sigue siendo la peor decepción de mi carrera".

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