El dominio del balón de Bhutia: el David Beckham de India
En la recepción del hotel de su equipo, queda claro por qué a Baichung Bhutia se le suele comparar con David Beckham .
Con su voz suave, su apariencia galante, su estilo de vida como estrella de rock, con las concesiones televisivas y los shows de moda, sin mencionar sus habilidades futbolísticas, el capitán de 35 años de edad del equipo nacional de India ha sido embajador de un juego en una parte del mundo que el deporte tenía olvidada.
Es un héroe para millones, después de convertirse en el primer y único futbolista profesional en Europa, encabezando al equipo nacional en su periodo más exitoso: su aparición en la Copa Asiática 2011.
Los indios ya están eliminados, pues se les anotaron 13 goles en sus tres partidos del grupo; pero los resultados han sido una consideración secundaria.
Después de todo, es la primera vez que India califica para un torneo internacional importante en casi tres décadas.
"No podemos comprar la calidad del equipo australiano, pero podemos aprender de la experiencia", dijo un magnánimo Bhutia el día después de perder 4-0 contra los Soceeroos.
"La Copa Asiática es el tipo de torneo que cualquier jugador quiere jugar, sobre todo en India, pues no habíamos calificado en 26 años. Es un gran paso poder estar ahí y jugar contra lo mejor de Asia".
A pesar de tener una población de más de mil millones de personas, India se encuentra en la posición 144 de la FIFA, apenas por encima de San Vicente y las Granadinas, cuya población es de 104,000 personas.
La FIFA y la Confederación de Futbol de Asia fueron muy astutos al llevar el enorme mercado potencial de India a la familia del futbol, pues los chicos de Bhangra calificaron después de ganar la Copa AFC Challenge, un torneo donde jugaron contra Tajikistán y Afganistán.
El punto negro del futbol en India no ha permitido la entrada de la omnipresencia mundial del juego. Aunque la simplicidad del fútbol lo ayudó a volverse popular a principios del siglo XX, en los países de la expansión colonialista inglesa el cricket, otra importación colonial, siguió siendo el juego favorito en gran parte del país.
El futbol fue relegado a algunos sitios lejanos como el estado himalayo de Sikkim, hogar de Bhutia, y la ex colonia portuguesa de Goa. "El futbol es el único juego que se juega en Sikkim", explicó.
"Con la televisión, el cricket ha entrado, pero en Sikkim el futbol sigue siendo el deporte favorito; todos lo juegan y lo aman".
"India es un país dominado por el cricket, pero hay zonas donde el futbol es fuerte. En los últimos cinco o 10 años ha crecido mucho entre los jóvenes".
Bhutia encontró su vocación en la capital de Calcuta, una ciudad loca por el futbol dividida por un clásico sectario tan rudo como el de los equipos de Glasgow de Escocia, el Celtic y los Rangers.
Por un lado se encuentra el East Bengal, el equipo que sacó a Bhutia de Sikkim, y por el otro, el Mohun Bagan. Cuando los dos se enfrentan en el estadio Salt Lake, el segundo estadio de fútbol más grande del mundo, 150,000 personas asisten, convirtiéndolo en el clásico de futbol más grande del mundo.
"Es como el Celtic y los Rangers, o naciste en East Bengal o en Mohun Bagan", explicó Bhutia.
"El mejor recuerdo de fútbol en Calcuta fue jugar frente a 140,000 o 150,000 personas en un clásico. Afortunadamente anoté un cabezazo, el primero en 100 años. El futbol y los equipos en Calcuta, sobre todo en Mohun Bagan crecieron fuertemente".
Pero con esta pasión también surge la violencia. Los encuentros han estado plagados de disturbios desde los años 20. Un partido en 1981 causó la muerte de 16 personas, y esta violencia es una de las razones principales por las que Bhutia cree que el desarrollo del fútbol ha sido lento.
"Necesitamos hacer más por los fans, en cuanto a instalaciones e infraestructura. Debemos llevar a niños y mujeres a los estadios", dijo Bhutia. "Será difícil, pero debemos aumentar la popularidad del juego y dar la opción para que todos lo vean. Hay mucha violencia durante los clásicos, y debemos llevar fans buenos que muestren su pasión por el juego".
Bhutia mismo ha experimentado el fervor de los fans cuando cometió el pecado capital de atravesar la ciudad y jugar para sus odiados rivales. Jugar para el Mohun Began no salió bien.
"Recibía llamadas y mensajes de odio. Cuando iba por Calcuta, en un centro comercial, veía la reacción de los fans. Es justo porque aman a su equipo y se sintieron traicionados".
La prolífica anotación de Bhutia en la Liga Nacional de Futbol, llamada la i-League, fue tomada en cuenta en Inglaterra. Lo invitaron a entrenar con varios equipos antes de firmar contrato con el Bury, volviéndose el primer jugador indio en firmar un contrato profesional en Europa.
Pero una lesión, las diferencias culturales y la mala suerte implicaban que Bhutia no volvería a explotar su potencial al máximo.
Aunque su participación en el extranjero lo convirtió en héroe en India, hasta hace poco tiempo gozó del reconocimiento internacional. En 2009 ganó la versión india de Dancing With The Stars, pero se negó a cargar la antorcha olímpica en las Olimpiadas Beijing 2008 en protesta a las políticas chinas en el Tíbet. Se convirtió en una figura controversial en India, dentro y fuera del deporte.
"Sikkim es un estado budista y tengo muchos amigos tibetanos, y para mí, Su Santidad, el Dalai Lama, es una figura de admiración porque amo el concepto de la no violencia, y es algo en lo que realmente creo", dijo.
"Sentí que no era lo correcto llevar la antorcha y fue la única forma de apoyarlos. Me criticaron mucho, diciendo que no debía mezclar el deporte con la política, pero tengo amigos que luchan por los derechos humanos en el Tíbet".
Desde entonces, Bhutia, que estaba a punto de retirarse, ha gozado del renacimiento de su carrera bajo la dirección técnica del inglés Bob Houghton. "Mi mejor momento fue calificar para la Copa Asiática, y jugué un papel importante para que el equipo llegara ahí", recuerda.
"Ganamos tres torneos importantes, y en los tres fui el Jugador Más Valioso. Completé 100 partidos y califiqué para la Copa Asiática. Los mejores tres años fueron después de pensar en retirarme. Me da gusto haber cambiado de opinión".
Los reporteros indios en la Copa Asiática quieren saber si Bhutia se retirará después del torneo.
Una lesión le impidió hacer su debut en la Copa Asiática hasta la final del juego del Grupo C. Ganó su partido 109 como sustituto en el segundo tiempo durante el partido del martes, que perdió 4-1 contra Corea del Sur.
Quiere lograr lo impensable: llevar a India a la Copa Mundial 2014 en Brasil.
"Si estuviera en buena forma y hubiera jugado todos estos juegos habría pensado en retirarme después de la Copa Asiática", dijo. "Me encantaría retirarme después de jugar la Copa Mundial, sin importar el resultado. Dirigir al equipo, jugar en el primer XI y jugar 90 minutos".
Será difícil llegar a Brasil 2014, pero Bhutia podría llevar a India en un nivel distinto, pues se dice que será el próximo director técnico del equipo nacional.
"Me gustaría estar en un lugar donde pueda cambiar la estructura del futbol en India", admite. Quizás entonces Bhutia podría dirigir a India para sacarla de la locura internacional de una vez por todas.