Restricción del espacio aéreo y francotiradores para cuidar el Super Bowl
Los equipos estuvieron en Texas, practicando y preparándose mentalmente para el juego. Y no estamos hablando ni de los Empacadores de Green Bay ni de los Acereros de Pittsburgh, sino de las docenas de equipos de seguridad que llegaron de todo Estados Unidos para hacer que el Super Bowl se desarrollara con seguridad.
Se esperaban a más de 100,000 asistentes al juego, y se creyó que habría 110 millones de televidentes a nivel mundial, por lo que el evento podría haber sido un objetivo terrorista. Aunque las autoridades dijeron en su momento que no hubo información específica y creíble que indicara que pudiera haber una amenaza, pasaron más de dos años planeando su protección.
“Lo hicimos con redundancia: planeamos, y planeamos, y planeamos”, dice Milt Ahlerich, vicepresidente de seguridad de la Liga Nacional de Futbol (NFL pos sus siglas en inglés).
Jerry Jones, dueño de los Vaqueros de Dallas, dijo que gastó millones de dólares creando la seguridad del estadio donde se jugó el partido. “En esta época habría sido absurdo no haber prestado mucha atención a la seguridad, en equipo de seguridad y en zonas de seguridad. Este estadio representa eso”, dijo Jones.
Hubo francotiradores con posiciones privilegiadas, según Jones, y también un sistema de cámaras de vigilancia que grabaron casi cada centímetro del estadio. Varias entradas también facilitaron los escaneos de seguridad más ágiles y que en caso de evacuación ésta también se diera con velocidad.
La gente que asistió al Super Bowl también experimentó el tipo de seguridad que se realiza en los aeropuertos, incluyendo magnetómetros y cateos. Los artículos grandes, como mochilas, estuvieron prohibidos, así como cámaras, binoculares y paraguas.
Durante el juego, el espacio aéreo de 50 kilómetros de radio sobre el estadio estuvo restringido a jets militares NORAD. Perros detectores de bombas, policías armados y oficiales entrenados para detectar comportamiento sospechoso formaron parte de los equipos de la Dirección de Seguridad de Transporte desplegados dentro del sistema de tránsito DART de la región.
Los equipos de la Dirección Nacional de Seguridad Nuclear (NNSA) vigilaron la ciudad con equipo para detectar isótopos radioactivos que pudieran ser emitidos por una bomba casera. Debbie Wilber, de la NNSA, dijo que los sensores de la dirección registraron 10 puntos en el Súper Tazón 2010, todos inofensivos y resultado de medicina nuclear.
Aunque gran parte de la seguridad del Super Bowl no fue visible, un medio reciente mostró los resultados que estuvieron disponibles: aparatos de detección biológica y química, robots recuperadores de bombas, armas de alta tecnología e incluso un vehículo aéreo no tripulado equipado con una cámara que volaría dentro del estadio en caso de ser necesario.
La NFL calculó que el precio para asegurar el juego fue de 10 millones de dólares. La liga pagó la mitad.
Los recientes tiroteos en Tucson y la serie de incidentes de terrorismo en esa zona acentuaron las preocupaciones sobre la posibilidad de un ataque por un “lobo solitario”. Para ayudar a disminuir esa posibilidad, la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, y la NFL, lanzaron la última campaña “Si ves algo, di algo” esta semana. Esto fomentó que el público reportara actividad sospechosa.
El eslogan de la campaña fue proyectado durante el juego en pantallas de video gigantes en todo el estadio. Los anuncios del servicio público también estuvieron proyectados en el Aeropuerto Internacional Dallas/Fort Worth y en el sistema de tránsito local DART.
James Spiller, presidente de policía de DART, dijo que se sentía un poco ansioso.
“La preocupación más grande siempre es que la gente vea algo y no diga nada. Necesitamos su cooperación para saber lo que está ocurriendo”, dijo.
Napolitano recorrió el Estadio de los Vaqueros durante la semana y se reunió con autoridades federales, estatales y locales. Después declaró que la seguridad era “excelente. La planeación fue meticulosa”.
Entre los que asistieron al juego el domingo se encontraron los oficiales a cargo de la seguridad para el Super Bowl 2012. Su planeación ya está siendo instaurada, aunque aún faltan meses para el primer partido de la temporada.