Las cifras del Super Bowl se equiparan a las de un Mundial de futbol
El enfrentamiento entre los Empacadores de Green Bay y los Acereros de Pittsburgh honró el Super Bowl XLV (45, para quienes no están familiarizados con los números romanos) de este espectacular evento deportivo de Estados Unidos.
El Super Bowl ha crecido tanto, que un comercial de 30 segundos durante el juego tiene un costo de tres millones de dólares. Comparemos eso con los 40,000 dólares por anuncio durante el Super Bowl de 1967 .
El interés de Estados Unidos también es más grande que nunca. El Super Bowl del año pasado superó al episodio final de la serie M*A*S*H como el programa más visto por televisión en la historia, con un promedio de 106.5 millones de televidentes. Según futuressport.com, la audiencia de televisión a nivel mundial para esa edición fue de 121 millones de personas.
En comparación, la final de la Copa Mundial 2010 atrajo a cerca de 700 millones de televidentes, según los organizadores del evento.
Quizás las cifras están infladas, pero aún así, seguramente la cifra real sigue siendo mucho mayor al público del Super Bowl.
Es fácil entender por qué la final de la Copa Mundial atrae a más televidentes que la final del americano. Para empezar, el futbol es un deporte mundial y gracias a eso, todos los países del mundo tienen oportunidad de calificar para la final de la Copa Mundial.
Al final, 32 países de distintas partes del mundo lo logran, llamando la atención no sólo de países participantes sino que los fans de cada continente, cuyas naciones no lograron calificar.
Otro factor es que la Copa Mundial se celebra cada cuatro años. Sólo ha habido 19 competencias desde su inicio en 1930. Por otro lado, el fútbol americano sólo se practica profesionalmente en Estados Unidos. Aunque hay una liga en Canadá, el deporte se limita a de las fronteras de Estados Unidos.
La NFL probó suerte en Europa, cuando fundó la liga europea de la NFL a mediados de los 90. Fue usada, sobre todo, como una liga de desarrollo y una forma de atraer a seguidores en Europa, pero no funcionó, y la NFL decidió rendirse en 2007.
La NFL también está sumando cada vez más jugadores internacionales a sus equipos, pero sus miembros siguen siendo relativamente pocos para competir con otros deportes estadounidenses como el béisbol y el básquetbol.
Pero sin importar lo que digan las cifras, el Super Bowl es, y siempre será, la cúspide del deporte en Estados Unidos. A los estadounidenses les importa menos el atractivo global del evento porque saben que lo que es fuerte en Estados Unidos, inevitablemente tendrá cierto peso a nivel mundial.
Saben que el mundo prestará atención no porque muchos países están participando, sino porque es el amor y orgullo de uno sólo.
El Super Bowl no muestra señales de debilitamiento como evento deportivo primordial, y los seguidores de EU y del resto del mundo preferirían seguirlo viendo cada año, en vez de tener que esperar cuatro años para presenciarlo.