Ronaldo Nazário, el fenómeno brasileño, dice adiós a las canchas de futbol

Considerado como uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos, Ronaldo Luís Nazário de Lima, anunció su retiro en una conferencia de prensa en Sao Paulo.

“Fue una carrera linda, maravillosa, emocionante; tuve muchas derrotas, muchas victorias, hice muchos amigos y no recuerdo haber hecho ningún enemigo, en fin...", aseguró el astro.

Su palmarés incluye más de 300 goles en su paso por diversos clubes y más de 60 con la selección brasileña; campeonatos de liga en Holanda, España y Brasil; dos Copas del Mundo; tres galardones Jugador del Año; dos veces Balón de Oro, por mencionar algunos.

Con la voz entrecortada, confesó que “no aguantó más. Yo quería continuar, pero no consigo. Pienso en una jugada, pero no la ejecuto como quiero. Es la hora”.

Ronaldo comenzó su carrera a temprana edad, en el Tennis Club Valqueire, donde practicaba futbol de salón.

El entonces joven de 12 años desarrolló sus habilidades con prontitud; su talento interesó a Jair Ventura Filho, Jairzinho, quien trabajo con él cuatro años y lo llevó hasta la selección sub-17.

En 1994, y con tan sólo 17 años, Ronaldo firmó su primer contrato con un equipo de primera división, el Cruzeiro, de su natal Brasil. Su velocidad y olfato goleador con el esférico le valieron 12 tantos en 14 partidos y llevó a su club hacia el campeonato de la liga.

Ese mismo año fue convocado a la selección mayor que viajó a Estados Unidos para disputar la Copa del Mundo y que se coronó campeona; sin embargo, su corta edad lo relegó a observar los encuentros desde la banca.

Gracias a sus apariciones en partidos internacionales con la Verde-Amarela, el conjunto holandés PSV Eindhoven lo llevó a sus filas, donde militó dos años, en los que consiguió el título de máximo goleador (1995) y la copa de liga (1996).

El brasileño se convirtió en uno de los atacantes más certeros del mundo, situación por la que el Barcelona se interesó en sus servicios. A finales de 1996 la directiva del club culé pagó 17 millones de euros para contar con sus servicios, convirtiéndose en el fichaje más costo de la historia.

Con la playera blaugrana anotó 47 tantos en 49 partidos disputados, 34 de ellos en una misma temporada de La Liga, lo que le valió el galardón al máximo goleador (1997); además, ganó la Recopa de Europa, la Copa del Rey y la Supercopa de España. Su éxito con el Barça lo llevó a hacerse con el premio Jugador del Año, otorgado por la FIFA, convirtiéndose en el más joven en conseguirlo.

Aún cuando había conseguido grandes triunfos con el Barcelona, no llegó a un arreglo en la renegociación de su contrato y decidió dejar España.

Sin embargo, su carrera en el balompié europeo apenas comenzaba. El Inter de Milán pagó 19 millones de euros para llevarlo a Italia, donde consiguió su máximo desarrollo futbolístico y el seudónimo Il Fenomeno por parte de la prensa italiana.

En 1997, se consagró en la Copa UEFA, se hizo por segundo año consecutivo con el galardón Jugador del Año y recibió el Balón de Oro, demostrando que era el mejor futbolista del planeta.

Con su estatus de súper estrella, llegó a la Copa del Mundo Francia 1998 en su mejor momento, consiguió cuatro goles antes de llegar a la final, instancia en la que no rindió como se esperaba, pues un día antes sufrió un ataque epiléptico, según informó el cuerpo técnico de su selección.

A pesar de no coronarse en ese Mundial, continuó con éxito en el Inter, al menos hasta finales de 1999, cuando una lesión en la rodilla lo llevó al quirófano, lo cual lo relegó de toda actividad por 5 meses.

Ronaldo regresó a las canchas en abril de 2000, pero bastaron 8 minutos para que se resintiera y tuviera que abandonar el campo para someterse a una segunda cirugía. La recuperación fue complicada y se perdió toda la temporada 2000-2001.

La gravedad de la lesión (ruptura de tendón) puso en riesgo su carrera, no obstante, en 2002, volvió a ser convocado para representar a la selección de su país.

En Corea-Japón se convirtió en el estandarte del conjunto carioca y llevó a su escuadra hasta la final, donde bastaron dos tantos suyos para derrotar a Alemania, lo que le significó levantar la Copa del Mundo, ser nombrado Jugador más Valioso y Bota de Oro del torneo. Además, con sus 8 anotaciones, empató la marca de Pelé como máximo goleador brasileño en Mundiales.

Ronaldo había recuperado el nivel acostumbrado, situación que no pasó desapercibida por la directiva del Real Madrid, que lo firmó por 39 millones de euros.

En un inicio se convirtió en el líder del equipo, llevando al club merengue a conseguir el campeonato de La Liga, la Súper Copa española y una Copa Internacional. El éxito obtenido le valió ser nombrado por la FIFA como Jugador del Año por tercera vez en su carrera y Balón de Oro por segunda ocasión.

Sin embargo, en la temporada 2003-2004 las lesiones volvieron a empañar su carrera, y aunque recibió el Trofeo Pichichi como máximo goleador del torneo español, el Real Madrid no consiguió un solo título.

Esto provocó que la escuadra merengue contratara al holandés Ruud Van Nistelrooy, quien poco a poco relegó a Ronaldo.

A pesar de ello, el brasileño volvió a vestir la playera Verde-Amarela en Alemania 2006, certamen en el que fue criticado por su notorio sobrepeso, que a pesar de hacerlo más lento, no obstaculizó su capacidad futbolística.

En ese torneo, marcó su gol número 15 en Copas del Mundo, convirtiéndose en el máximo anotador en la historia de los Mundiales.

En enero de 2007, el conjunto italiano AC Milán aseguró la transferencia del astro carioca, luego de pagar 7.5 millones de euros, a pesar de que el Real Madrid se había mostrado renuente al traspaso.

Aunque consiguió siete goles en 14 partidos disputados, Ronaldo luchó contra el sobrepeso y las lesiones, y fue una de ellas la que terminó por cerrarle las puertas de su propio club, pues en su segunda temporada con el cuadro rossonero sufrió una ruptura del tendón rotuliano, dejándolo sin actividad durante todo 2008.

Al final, el club italiano no renovó su contrato y tuvo que volver a Brasil para recuperarse de la operación de rodilla a la que fue sometido. Una vez listo para volver a las canchas, firmó con el Corinthians a finales de 2008.

Ronaldo ayudó al conjunto Timão a hacerse con el título de la liga brasileña, así como con un lugar en la Copa Libertadores de América.

Su exitosa campaña llevó a la directiva a extender su contrato hasta finales de 2011, sin embargo, el reciente fracaso del Corinthians en la Copa Libertadores fue el detonante para que decidiera poner fin a su estelar carrera.