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Saúl <i>Canelo</i> Álvarez se corona como campeón mundial superwelter

Tras una pelea que dominó incluso antes que comenzara, el mexicano venció al inglés Matthew Hatton por unanimidad y se quedó con el cinturón
dom 06 marzo 2011 12:49 AM
Boxeo
Canelo Boxeo

Los reflectores acompañan al boxeador Saúl Canelo Álvarez después de una victoria por decisión unánime, que lo convirtió en el campeón mexicano más joven de la historia sin que fuera una gran sorpresa.

En el cuadrilátero, lució siempre superior a Matthew Hatton y pese a eso no lo noqueó. Tuvo que enfrentar los 12 rounds porque no pudo liquidar a un rival que cedió mucho desde antes del campanazo de inicio, porque de entrada, el inglés ya subía con menor peso que su oponente, en una división que no conocía.

Álvarez salió avante de la noche más importante en su carrera, y ocupa el lugar que le fue quitado al filipino Manny Pacman Pacquiao como monarca de los pesos superwelter del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).

El Canelo se hizo de este cinturón ante un oponente que desde el principio mostró que sus capacidades no estaban para pelear en otra división que no fuera la welter, pero su temple y tenasidad fueron más grandes de lo que el jalisciense esperaba porque, aunque estuvo en la lona (no derribado directamente), aguantó la docena rounds del combate.

Hasta horas antes de la pelea, el Canelo no pudo huir de la polémica que lo había envuelto desde hace varias semanas por los señalamientos de que el púgil al que enfrentó, no era un contrincante adecuado y que nunca había peleado en superwelter. La crítica se acrecentó cuando el mexicano no dió, en la ceremonia de pesaje, el peso estipulado en su contrato de 150 libras.

El Canelo Álvarez, ahora monarca mundial con 20 años y siete meses, ha sido señalado como una de las promesas del boxeo. Si bien es cierto que mostró superioridad, expertos como el ex campeón Ricardo Finito López, comentarista en la transmisión para México, siembran la duda de sí podrá sostenerse "o será un campeón efímero".

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La contundencia de la pegada del mexicano no llegó al nivel del poder de otros grandes campeones nacionales, ya que no pudo acabar la pelea con la contundencia del nocaut, aunque no perdió ni un solo round.

Hatton dejó a un lado su apodo del Mágico para convertirse en un escapista. En el séptimo asalto fue contra las cuerdas después de una seguidilla de impactos del mexicano, pero sacó orgullo y sobrevivió. No importó cuanto castigo recibió, su cuerpo llevó al límite la pelea y se fue con la cara arriba, aunque cortada, al haber conducido la batalla hasta la decisión.

Desde los primeros asaltos, quedó claro que Canelo, con sus 151.4 libras y experiencia en el superwelter (donde era campeón plata del CMB), iba por una velada favorable al enfrentar al inglés, un welter natural, que había dado 149.6 libras en el pesaje de un combate pactado en 150 para evitar las desproporciones.

No importó que Álvarez superara el límite en la báscula y tuviera que pagar una multa al no cumplir el convenio. La pelea se realizó y, desde el primer campanazo, se lanzó sobre un rival que hacía de su orgullo, fuerza, y que se negó a darle una rápida victoria.

Hatton sangró por la nariz desde el segundo asalto pero se convirtió en un obstáculo difícil de salvar. Con el padre y hermano en su esquina, el de Manchester no se dejó derribar para darse un poco de crédito, y dejar atrás los cuestionamientos que lo acompañaron en la pelea por el campeonato mundial.

El Canelo dejó ir rounds sin liquidar al oponente. Hubo momentos de emoción pero al término de los cuales, el mexicano se veía 'vaciado'. Después del tercer episodio, parecía que era cuestión de tiempo para que se concretara el sueño del promotor Óscar de la Hoya, que coronaría a su peleador a costillas de un contrincante más débil, pero con una quijada de resistencia inimaginable.

Por más intentos y golpes, Saúl Álvarez no tuvo la fuerza para darle más brillo a su victoria. Por lo menos no el resplandor que tuvo aquella histórica batalla por el cinturón gallo del CMB en septiembre de 1997; cuando el jovencito Erick Terrible Morales noqueó, con 20 años y nueve meses, al histórico Daniel Zaragoza. Esa era, hasta antes de la victoria del Canelo, la marca para el campeón mexicano más jóven.

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