Europa domina en el inicio del torneo de golf de Augusta con tinte español
El Masters de Augusta comenzó este jueves con dominio de Europa y acento español, dos hechos alentadores que anuncia que el golf mundial se mueve ya con otro son, como el que marcaron el joven norirlandés Rory McIlroy, de 21 años, y el español Álvaro Quirós, ambos empatados en cabeza de este primer Grande del año.
McIlroy selló por la mañana 65 golpes (-7), el noveno del mundo. La comidilla matinal, que fueron esos siete abajo sin bogeys del pecoso norirlandés, se detuvo y cambió de protagonista cuando Quirós comenzó a pegar duro y a acariciar el putt a la caída del sol en los duros y ondulados greens de Augusta, un campo en el que naufragó en 2009 y 2010.
McIlroy admitió tras su vuelta: "Creo que pude hacer menos". Sin embargo, se refrescó la memoria con lo que le aconteció hace ahora nueve meses en el Open Británico jugado en St. Andrews.
El despegue inicial de McIlroy y Quirós —los dos jugadores con más futuro en Europa— fue sorprendente y marca ya el camino hacia la codiciada chaqueta verde.
La prenda se otorga desde 1949 al ganador del torneo. El color de la chaqueta es el denominado masters green (verde masters) y está adornada con el logotipo del Augusta National en el bolsillo izquierdo del pecho. El campeón se lleva la chaqueta a su casa durante un año y la devuelve al club y la coloca en su taquilla, cuando al año siguiente regresa a disputar el torneo.
Los coreanos Ye Yang y K. J. Choi quedaron en el tercer peldaño a dos golpes, y podrían convertirse en los principales competidores de los europeos.
Los ‘grandes’ rezagados
En Augusta se huele un cambio de ciclo, por el auge del golf europeo en el último año. La presunción se hizo realidad este jueves, quizá con protagonistas inesperados, aunque torneo queda para alimentar decenas de conjeturas.
Sólo Matt Kuchar y Ricky Barnes salvaron el pabellón del país que mejor torneos organiza y más golfistas reúne. Ambos sellaron 68 golpes y comparten la quinta plaza.
Los nombres leyenda, el defensor Phil Mickelson (-2) sólo logró un buen golpe hacia el final del día. Tiger Woods (-1), el cuatro veces campeón, quedó a seis golpes abajo. Ambos cumplieron.
Desde el último triunfo de José María Olazábal en 1999 ningún otro europeo logró enfundarse la Chaqueta Verde. Sin embargo, este año el césped impoluto de Augusta huele a Viejo Continente.