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Conoce los secretos e historia del Club Augusta, imponente y exclusivo

El campo de golf diseñado por Allister MacKenzie es considerado único ya que adapta su diseño a la naturaleza
lun 11 abril 2011 01:13 PM

Para la mayoría de los aficionados al golf, la llegada anual de otro videojuego más con la marca de Tiger Woods era recibida con un gesto de indiferencia en los hombros. Pero en el enclaustrado mundo del Club Nacional de Golf de Augusta, en Estados Unidos, el lanzamiento de este año –antes de la edición número 75 del Masters que finalizó este domingo - no puede ser considerado menos que una revolución.

Después de años de obstrucción y desdén, los aficionados a los juegos de computadora pueden finalmente jugar en Amen Corner luego de que el club tardíamente acordara permitir que la cancha apareciera en Tiger Woods 12.

La mayoría de nosotros nunca jugaremos Augusta , y sólo unos pocos podrán sentir la acción en carne viva. Después de todo, los mortales, que incluyen a varios presidentes y estrellas de cine, solamente pueden soñar con jugar en el famoso club conservador y ultraexclusivo.

El Club Nacional de Golf de Augusta estará por siempre asociado a su creador Bobby Jones, el legendario golfista estadounidense de los veintes que sigue siendo el único jugador en ganar el Grand Slam en un sólo año, pero las bellezas de su campo emanan de su creador, el arquitecto escocés de campos de golf, Dr. Alister MacKenzie.

El Dr. Mackenzie fue responsable de docenas de campos en Estados Unidos, Australia e incluso Nueva Zelanda. En cada uno utilizó un estilo característico y perfeccionado de la construcción de los hoyos en Augusta, y que se ajusta a los contornos de la naturaleza en lugar de hacerlo al contrario.

El primo inglés de Augusta

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Un primo de Augusta es el Campo de Golf South Moore en el condado de Durham, en el noreste de Inglaterra. Fue construido ocho años antes que Agusta fuera completado y exhibe muchas de las mismas características. Lo que es más, está abierto al público y cuesta solamente 20 dólares jugar una ronda.

“Nuestro campo comenzó en 1923 y era más que nada un club privado, al que sólo se entraba con invitación”, explicó Guy Carr, secretario de competencias de South Morr.

“Llegó al punto en que cada minero trabajando en la mina local de carbón podría pagar la mitad de un centavo por una semana en el club, así que finalmente lo abrieron a todo el mundo”.

Aunque la cancha no tiene las vías marcadas por árboles como lo tiene Augusta, South Moor ofrece el mismo tipo de reto que cualquier golfista, que espera ponerse la chaqueta verde, debería perfeccionar.

Un genio

“MacKenzie reconoció otros atractivos del juego y de los campos de golf que no interesaban a otros diseñadores. Él quería hacer los campos hermosos porque sabía que muchas personas sólo jugaban golf para disfrutar la belleza de la naturaleza y estar al aire libre”, dijo Tom Doak, uno de los principales arquitectos de campos de golf del mundo. “Él quería construir instalaciones que frustraran a los buenos jugadores, pero localizadas en lugares que no molestaran al jugador sin experiencia que sólo buscará hacer menos de 100 golpes”.

“Los diseños del Augusta National y Royal Melbourne en Australia son dos de los campos con más influencia en el golf ”, dijo Doak, de Renaissance Golf Design.

Elitismo

Es irónico que el igualitario Dr. MacKenzie, un hombre que valoraba la utilidad y el acceso por encima del prestigio, sea mayormente asociado con un club famoso por ser el más conservador en el mundo.

Se rumora que existen menos de 300 miembros, pero no existe un proceso de solicitud: los futuros miembros deben ser nominados.

“Desde el primer día fue un club para la élite. La idea original era un campo de juego privado para Bobby Jones, que era un héroe del sur. Él no podía jugar un juego en privado. Y cuando jugaba sin que lo vieran, maldecía y bebía. No podía hacer eso, excepto en su campo en casa en Atlanta”, explica el periodista Curt Sampson, autor de The Masters; Golf, Money and Power en Augusta, Georgia.

Pero bajo el actual control del presidente del club Billy Payne, Augusta ha evolucionado, adoptando el internet y el juego en maneras que hubieran sido impensables hace unos años. Pero no todos están de acuerdo con eso.

¿El Frank Gehry del golf?

“Me molesta cada cambio. Lo están convirtiendo en otro evento de la PGA o de la European Tour . Necesitarían mantener esa apariencia y sensación de 1931. He jugado en muchos campos de MacKenzie. Estoy involucrado en tratar de salvar otro de sus campos, el Sharp Park, en San Francisco”, dijo Sampson.

Ya sea en South Moor, San Francisco, o incluso en el Play Station, la influencia de MacKenzie aún es una inspiración, y su trabajo ofrece la posibilidad de experimentar un poco de Augusta en los lugares menos pensados.

“Si es que algo vale la pena es salvar sus diseños”, dijo Sampson. “Nunca destrozarías un Frank Gehry (refiriéndose a las obras de un arquitecto muy reconocido de Estados Unidos ganador del Premio Pritzker), ¿o sí?”, pregunta Curt Sampson.

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