Un testigo asegura que vio cómo inyectaban al beisbolista Barry Bonds
El testimonio de un testigo clave para la fiscalía fue vuelto a leer por el jurado este lunes para decidir el destino de Barry Bonds, el segundo día completo de deliberaciones del jurado en el juicio de la leyenda del béisbol por obstrucción de la justicia y perjurio.
Kathy Hoskins, una amiga de la infancia, declaró en el juicio que vio al entrenador de Bonds inyectarlo con una jeringa en 2002 en su propia casa.
Los abogados de la defensa argumentaron que la mujer mintió sobre el incidente para ayudar a su hermano, también testigo clave, que tuvo una amarga disputa con Bonds, la cual pudo haber terminado en acusaciones penales.
El rey de los jonrones de las Ligas Mayores del béisbol es acusado de mentir a un jurado en una acusación federal en 2003 por haber tomado esteroides anabólicos con pleno conocimiento y por haber recibido inyecciones por alguien además de sus médicos.
Un fiscal alegó la semana pasada que Bonds mintió porque sabía que la verdad sobre su uso de esteroides “mancharía sus logros” y lastimaría su carrera en el béisbol.
“Su secreto era tan poderoso que no podía admitirlo; no iba a admitirlo”, dijo el fiscal federal Jeff Nedrow en su argumento de cierre.
Los abogados defensores alegaron que los fiscales esencialmente atraparon a Bonds con el cuestionamiento en diciembre de 2003, antes de que el jurado federal investigara la distribución ilegal de drogas para mejorar el rendimiento de los atletas.
“¿Qué opinas de traer a alguien sin abogado y darle información incorrecta sobre lo que ocurre y después hacer que dos fiscales preparados lo interroguen durante una sesión del jurado de acusación?”, preguntó el abogado defensor Allen Ruby.
Bonds, de 46 años de edad, está en juicio por parte de la corte federal de San Francisco por tres cargos de perjurio y un cargo de obstrucción de la justicia, cada uno con una posible condena de 10 años en prisión. Los fiscales abandonaron un cuarto caso de perjurio la semana pasada .
En cuanto el jurado concluyó su primer día completo de deliberaciones el viernes, pidió a la jueza de distrito, Susan Illston, que leyera la transcripción del testimonio de Hoskins. Illston decidió que sería la primera tarea para este lunes.
Ella declaró que estaba en la habitación de Bonds preparando su maleta para una gira cuando Bonds dijo a su entrenador Greg Anderson que se quedara donde estaba. Después, él se levantó la playera, dijo ella, y Anderson lo inyectó en el ombligo con una jeringa.
“Ella es Katy, mi chica. Ella no le dirá nada a nadie”, dijo Hoskins citando a Bonds, quien hablaba con su entrenador.
La defensa alegó que ella y su hermano, Steve Hoskins, se volvieron testigos clave de la fiscalía debido a una disputa financiera con Bonds, que pudo haber desencadenado acusaciones penales.
Steve Hoskins, un amigo de la infancia que llevaba una década trabajando como asistente de Bonds, declaró que él intentó convencer a Bonds de que dejara los esteroides anabólicos entre 2000 y 2003.
El abogado defensor de Bonds alegó que su cooperación con el gobierno fue motivada por su amargura contra Bonds por haberlo despedido, y por un deseo de protección por parte de la fiscalía por supuestamente haberle robado dinero a Bonds.
Éste había dicho al FBI que Hoskins le había robado dinero, y se realizó una investigación por parte de la misma oficina de la fiscalía que está investigando a Bonds, según su testimonio.
Los fiscales reprodujeron una grabación que realizó Hoskins en secreto en los vestidores de los Gigantes de San Francisco, que mostraba una conversación con el entrenador que supuestamente dio a Bonds esteroides anabólicos.
El abogado de Bonds sugirió que Hoskins había hecho la grabación después de que Bonds lo despidiera en marzo de 2003. La grabación de mala calidad fue reproducida al jurado bajo petición el viernes, en medio de su primer día de deliberaciones.
Aunque nunca vio a Bonds siendo inyectado, dijo Hoskins, vio a Bonds y a Anderson salir de una habitación con una jeringa durante el entrenamiento de primavera de 2000.
Bonds se quejó con él, diciendo que las inyecciones de esteroides hacían “que le doliera el trasero”, dijo Hoskins.
El jurado nunca escuchó el testimonio del entrenador de Bonds, pues Anderson prefirió una tercera sentencia en prisión en lugar de fungir como testigo de la fiscalía contra su ex cliente.
Illston dictaminó que Anderson había desacatado al tribunal el primer día de las declaraciones del juicio, cuando su abogado le informó que no subiría al estrado para responder preguntas sobre el uso de esteroides de Bonds. Ella firmó una orden para liberarlo de su custodia el viernes.
La falta del testimonio del entrenador obstaculizó el caso del gobierno contra Bonds, quien está acusado de mentir bajo juramento cuando testificó sobre su uso de esteroides en 2003, ante el jurado de acusación que investigaba un supuesto escándalo de uso de drogas que involucraba a Anderson del laboratorio Bay Area Laboratory Co-operative.
Sin la declaración de Anderson, los fiscales no lograron mostrar al jurado los calendarios que supuestamente llevaban registro del uso de esteroides por parte de Bonds. Ruby dijo al jurado que Bonds reconoció ante el jurado que usaba sustancias conocidas como “claras”, pero a la hora de su testimonio, ni siquiera los investigadores sabían lo que contenían.
Bonds dijo al jurado de acusación que pensó que Anderson le estaba dando aceite de linaza, dijo Ruby. Nedrow, en su testimonio de cierre, dijo que era “inverosímil” que Bonds tomara drogas “y no supiera lo qué contenían”.
Una muestra de orina de Bonds, realizada en el verano de 2003, apenas meses antes de su testimonio ante el jurado de acusación, dio un resultado positivo por esteroides anabólicos, dijo. La defensa alegó que había otra muestra, tomada semanas antes, que dieron un resultado negativo.
La abogada defensora, Cristina Arguedas, acusó en su argumento de cierre a los fiscales por ignorar los crímenes de testigos a cambio de su testimonio contra Bonds. “Lo perdonarán si esa persona dice algo malo sobre Barry Bonds”, dijo Arguedas.
La ex novia de Bonds, Kimberly Bell, declaró para la fiscalía que ella fue testigo de cambios físicos y emocionales en Bonds que, según el gobierno, eran indicadores de uso de esteroides.
Bell declaró durante el juicio que ella había cometido perjurio cuando dijo al mismo jurado de acusación en 2003 que ella no había notado un encogimiento en los testículos de Bonds.
Bell también admitió que cometió fraude hipotecario al mentir en una solicitud de préstamos para una vivienda, dijo Arguedas.
El juicio comenzó el mes pasado en una corte federal de San Francisco, a sólo unos kilómetros del estadio en el que Bonds rompió el récord de Hank Aaron, al anotar más jonrones en las Ligas Mayores en agosto de 2007.
En noviembre del mismo año, se levantaron cargos contra Bonds, estrella de los Gigantes de San Francisco que terminó con 762 jonrones .
En su carrera de 21 años en las Ligas Mayores, Bonds también fijó el récord de más jonrones en una sola temporada en 2001, cuando anotó 73. No se retiró oficialmente cuando fue acusado, pero nunca volvió a jugar otro juego.
Las ocho mujeres y cuatro hombres del jurado escucharon a 25 testigos de la fiscalía en un lapso de dos semanas, pero la defensa descansó la semana pasada sin llamar a ningún testigo.