La NBA se prepara para los 'playoffs': ¿quiénes son los favoritos?
El legendario Michael Jordan fue el heraldo de las buenas venturas que le aguardaban a la ciudad de Chicago, que ganó notoriedad en el mundo cuando él se convirtió en la insignia de los Bulls y en el mejor jugador de la historia del basquetbol.
Jordan, flanqueado por la mayoría de los compañeros con los que ganó el primero de seis campeonatos, festejó la conmemoración de las primeras dos décadas de ese anillo de 1991 anunciando que la Ciudad de los Vientos contaba otra vez con un equipo capaz de ganar varios títulos.
Los renovados Bulls, guiados por su joven estrella Derrick Rose, escucharon atentos el mensaje aquella noche del 11 de marzo, en la que su más grande atleta les dejó una enorme responsabilidad en las manos: emular lo que en los 90 él hizo junto a un grupo que se dedicó a escribir páginas doradas.
Como si fueran animados por una inyección de adrenalina directa en el corazón, los Bulls aplastaron esa noche de festejos a los Halcones por 18 puntos de diferencia, y tomaron la ruta de la victoria como el camino que debían seguir hasta el final de la campaña en su fase regular.
Los Bulls, que las últimas dos campañas sufrieron para alcanzar la postemporada como el octavo lugar del Este, le arrebataron la atención al Heat, en la que debía ser su gran temporada, Celtics, Lakers y Spurs, para dar un manotazo cuando se hablara de los candidatos al título.
Después del discurso de Jordan, ganaron 17 de sus últimos 19 juegos para quedarse con el mejor registro de la liga (62-20). No hubo equipo en el Este que soportara su ritmo, y por sexta ocasión en la historia de la franquicia, despedazaron la barrera de las 60 victorias. Y en las cinco anteriores fueron campeones de la mano de Jordan.
Chicago llega a la postemporada encumbrado y como el equipo a vencer ante la irregularidad que mostraron aquellos como el Heat, Lakers y Celtics que iniciaron campaña vistiendo el frac del favorito.
Los Bulls se convirtieron en un proyectil y en el último duelo de la fase regular, ante Nueva York, le arrancaron a los Spurs (61-21) esa posición que habían acaparado como el cuadro con mejor registro de la NBA. El grito fue sonoro y de un año a otro en Chicago amasaron 21 victorias más de las que consiguieron para clasificarse en 2010.
Ahora arrancarán la fase rumbo a las finales ante Pacers de Indiana, donde buscarán darle sentido de realidad a las palabras que les dedicó Jordan semanas antes.
Los Lakers de Los Ángeles llegan a playoffs después de haber hecho jirones su manto de doble monarca de la NBA. Un campeón con doble cara , que en las últimas dos semanas ligó seis derrotas y apenas conservó la segunda posición general del Oeste entre apuros.
Kobe Bryant fue el reflejo de la desesperación que corría por las venas del campeón cuando insultó a un réferi en el penúltimo duelo de la fase regular y fue multado con 100 mil dólares. A pesar de los golpes, los angelinos arrancarán la defensa de su título ante Nueva Orleáns, a los que barrieron en la serie de cuatro juegos de campaña.
A los Spurs las cosas se le fueron descomponiendo en la última parte. Hasta el paro por el Juego de Estrellas habían puesto una vara muy alta entre los contendientes con una marca 46-10, pero la veterana base de Duncan-Parker-Ginobili fue alcanzada por las dolencias y cayeron en 11 de sus últimos 23 juegos.
En San Antonio, la confianza de los primeros meses se convierte en incertidumbre luego de que Ginobili salió lesionado del último juego de la fase regular y enfrenten en la primera ronda a los Grizzlies de Memphis, que les ganó los últimos dos juegos en los que chocaron.
Para el poderoso Heat de Miami, con la combinación Wade-James-Bosh, quedó la consolación de que en su primera campaña juntos, y en la que iniciarían una nueva era en la NBA, superaron a los Celtics en la parte final para ser los segundos del Este.
Miami, que fue marcado con tinta dorada desde que LeBron James y Chris Bosh decidieron mudarse al lado de Dwyane Wade, comenzará su historia con miras al título ante Filadelfia y luego podrían ajustar cuentas con Celtics, que en las últimas campañas en las que alcanzó el título (2008) y las finales de 2010, se convirtió en la causa de los dolores más profundos de sus estrellas.
Celtics de Boston observa cuesta arriba la defensa de su cetro en el Este después de que Chicago lo desplazó hasta la tercera posición tras decidir mandar al que fue su centro, Kendrick Perkins, al Thunder.
Más allá de los favoritos: Bulls, Lakers, Heat, Spurs y Celtics, en un segundo plano, el Thunder, en el Oeste, y el Magic de Orlando, en el Este, lucen como las amenazas si libran las primeras rondas antes Nuggets y Halcones, respectivamente.
Oklahoma es un equipo que hace del futuro presente cuando sus veinteañeros Kevin Durant y Russell Westbrook se ganan espacios entre los jugadores élite; mientras que el Magic apuesta a que su centro Dwight Howard haya asimilado juegos en experiencia para regresar a las Finales después de hacerlo en 2009.
Mavericks, Blazers y Nuggets llegan a los playoffs sin las cargas de presión en sus hombros. Del duelo entre Dallas y Portland saldrá el oponente que Lakers encuentre si solventa su compromiso ante los Hornets; mientras que los Nuggs siguen en esa nueva filosofía de trascender sin una estrella en su róster después de que Carmelo Anthony los dejó para vivir en Nueva York.
Así, con eco en el mensaje que Jordan hizo semanas antes, la postemporada de la NBA arranca viendo como una posibilidad de que la liga se pinte de rojo otra vez, como pasó en los 90.