Real Madrid y Barcelona se disputan la Copa del Rey por quinta ocasión
Entre la final de la Copa del Rey que Barcelona y Real Madrid disputarán este miércoles y la última en la que se enfrentaron han transcurrido 21 años.
En aquel duelo de 1990, el Barça, bajo la batuta de Johan Cruyff, llegó con la urgencia de levantar el título tras el apabullante dominio de finales de los 80 del Madrid de la quinta del Buitre, que logró cinco ligas consecutivas. Los azulgrana se impusieron 2-0: ese partido supuso el punto de inicio de una época repleta de éxitos y de un modelo futbolístico que se ha convertido en patrimonio del club.
Los dos grandes del futbol español se medirán, como entonces, en Valencia, pero la urgencia histórica se ha trasladado del Camp Nou al Santiago Bernabéu.
El Real Madrid, a la sombra de su máximo rival los últimos tres años, llega con la necesidad imperiosa de conquistar un título. "No podemos permitirnos el lujo de estar 17 años sin ganar la Copa", declaró el capitán, Iker Casillas. Para el Barcelona de Guardiola, en cambio, ganar la final supondría subir un peldaño más en su meteórica ascensión a los anales del barcelonismo. Se apuntaría la segunda Copa y el noveno título en menos de tres temporadas.
La cita supondrá una vez más la confrontación entre dos maneras de entender el futbol. El empate a 1-1 del pasado sábado dejó la sensación en el madridismo de que tras cinco derrotas consecutivas, están más cerca del Barcelona. La forma de conseguirlo, sin embargo, ha recibido críticas incluso desde el propio club blanco. En palabras del presidente de honor, Alfredo Di Stéfano: "El Barcelona fue el león y el Madrid el ratón. El Barça hace futbol y baile, el Real Madrid va y viene".
Mourinho no ha querido entrar en polémicas con la saeta rubia. "Es una de las personas más importantes de la historia del club. Hay que respetarlo y no comentar". Aunque sí ha dejado claro que es él quien toma las decisiones. "El entrenador soy yo y yo decido cómo juega mi equipo. Nadie del Inter se avergüenza de la Champions ganada el año pasado. Dejo que los demás hablen, los pequeños y los mediocres".
El portugués no ha dado pistas sobre la alineación inicial aunque es muy probable que repita el mismo esquema que en el partido liguero, con Pepe como medio centro. La novedad podría ser la vuelta a la titularidad de Ozil, que saliendo desde el banquillo fue clave en la reacción del equipo.
Mientras en Madrid se debate la mejor manera de anular al Barcelona, Guardiola sigue una hoja de ruta definida que, salvo algunos matices, tampoco variará con vistas a la final. El técnico azulgrana confirmó que el portero suplente, Pinto, que ha disputado todo el torneo, ocupará la portería en detrimento de Valdés. "Seremos Pinto y diez más".
Las dudas se centran de nuevo en la parcela defensiva. Carles Puyol reapareció en el Bernabéu tras tres meses lesionado, pero tuvo que retirarse a la hora de partido con molestias musculares. Si finalmente el capitán no está en condiciones, Mascherano ocuparía su plaza en el eje de la defensa.
Cada uno en su estilo los dos técnicos cuentan con un bagaje impresionante en las finales. Mourinho ha ganado 11 de las 17 que ha disputado mientras que Guardiola ha hecho pleno, seis de seis. La de este miércoles será la quinta vez que Madrid y Barcelona se enfrenten en una final del torneo copero, con tres victorias para el equipo catalán y dos para el conjunto capitalino.
El Barça, rey de copas, buscará su entorchado número 26 y dar un paso más hacia el triplete; el Real Madrid, acabar con su sequía y alcanzar su decimonoveno torneo del KO.
Sin margen para el error, el segundo round del maratón de clásicos se prevé como el de mayor incertidumbre. Un partido, un directo a la mandíbula del rival.