Busquets podría perderse la final de la 'Champions' por insultos racistas
Cuando la telenovela protagonizada entre Barcelona y Real Madrid parecía haber quedado enterrada, la UEFA abrió este jueves una investigación al mediocampista blaugrana Sergio Busquets por supuestos insultos racistas hacia el jugador merengue Marcelo en el partido de ida de la semifinal de la Liga de Campeones de Europa.
El máximo rector del futbol europeo informó en su sitio web que el procedimiento se derivó de una queja presentada por el Real Madrid tras el duelo disputado el pasado 27 de abril.
El Real Madrid presentó ante la UEFA videos y declaraciones del club y de Busquets que muestran los supuestos insultos. La Comité de Control y Disciplina del organismo deportivo tomará el caso el próximo domingo y dará un veredicto el lunes 16 de mayo.
El inspector disciplinario de la UEFA, Jean-Samuel Leuba, propuso en su informe sancionar al jugador cinco partidos, lo que implicaría perderse la final de la Liga de Campeones que el Barca disputará el 28 de mayo ante el Manchester United.
El informe de la UEFA se apoya en las peticiones presentadas por el Real Madrid, que hace unos días elevó un escrito de apelación, después de que el Comité de Control de la UEFA denegara un procedimiento disciplinario contra ocho jugadores del FC Barcelona, informó la agencia EFE.
Por su parte, el club Barcelona señaló que apelará las acusaciones ante la UEFA.
A principios de mes, la UEFA decidió castigar con cinco partidos al entrenador del Real Madrid, Jose Mourinho por sus declaraciones en el partido de ida de la Champions en el Santiago Bernabéu, en las que acusó al Barcelona de gozar de favoritismo por parte del organismo.
El equipo merengue perdió en aquel duelo 2-0, con diez hombres en la cancha por la expulsión de Pepe. Mourinho, quien también fue expulsado, criticó el desempeño del cuerpo arbitral.
En el partido de vuelta, los catalanes concretaron la eliminación de su archirrival. Sin embargo, la UEFA decidió abrir una investigación por las supuestas "violaciones de disciplina" en el encuentro de ida en Madrid, y en respuesta a la queja presentada por el Barcelona.
La directiva merengue acusó a los jugadores blaugranas de haber simulado "agresiones de forma persistente, con el único fin de inducir a error al árbitro del encuentro", aunque la UEFA desestimó más tarde los alegatos madridistas.