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Sospechoso de golpear a fan de los Gigantes es pandillero: Policía de LA

La Policía de los Ángeles informó que el sospechoso de golpear a un fan de béisbol, hasta dejarlo en coma, forma parte de una pandilla
mar 24 mayo 2011 06:30 AM
Fan Agresión
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El principal sospechoso en la brutal golpiza que recibió un fan de los Gigantes de San Francisco en el estadio de los Dodgers es miembro de una pandilla documentada, que está en libertad condicional por varias condenas, según informó el Departamento de Policía de Los Ángeles.

Giovanni Ramirez, de 31 años de edad, también está relacionado con la pandilla callejera Varrio Nuevo Estrada, una de 34 pandillas en un área de 40 kilómetros cuadrados, en la zona este del centro de Los Ángeles, dijo José Carrillo, detective a cargo del caso.

Ramírez fue arrestado el domingo y se le impuso una fianza de un millón de dólares. Fue acusado de intento de robo en 1998, robo en 1999 y disparar un arma en público en 2005. Ramírez ha estado cooperando con las autoridades mientras está en custodia, aunque se niega a dar explicaciones.

El domingo, después de que la policía inspeccionara una casa y un departamento relacionados con el ataque de Bryan Stow, Ramírez fue aprehendido. Stow, de 42 años de edad, es un padre de dos niños en Santa Cruz, California, y quedó en estado de coma.

Stow fue atacado en el estacionamiento del estadio después del primero juego de la temporada de Dodgers contra Gigantes el 31 de marzo. Su madre, Ann Stow, dijo a Jene Velez-Mitchell de HLN que fue un acto de violencia aleatorio contra alguien que usaba los colores de los Gigantes.

Además del arresto de Ramírez al este de Hollywood, la policía recopiló evidencia y detuvo a otros hombres, que según la policía serían liberados después del interrogatorio. “La investigación está en una etapa temprana”, dijo el jefe de policía Charlie Beck el domingo por la tarde fuera del estadio. “Hay, al menos, otros dos sospechosos que estamos buscando activamente”.

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El ataque contra Stow prendió una alerta para las autoridades de Los Ángeles. La seguridad aumentó en la sección Chavez Ravine en Los Ángeles. Se han colocado más de 300 espectaculares (que dicen “Se busca” e “Intento de Homicidio en el Estadio de los Dodgers”) en la ciudad del sur de California, todos mostrando bocetos de los sospechosos.

Se ofrece una recompensa de 250,000 dólares (incluyendo dinero de los Dodgers, del lanzador estrella de los Gigantes, Tim Lincecum, y otros) por cualquier información que propicie el arresto de los sospechosos.

Beck asignó a 20 detectives para trabajar de tiempo completo en el caso, y acumulativamente han trabajado 6,000 horas. Agregó que la policía había seguido 630 pistas del público, incluyendo una pista de un oficial de libertad provisional que permitió el arresto del domingo por la mañana.

“Sin importar lo pequeño o insignificante que haya parecido en su momento, cada pieza encajó en su lugar”, dijo el alcalde de Los Ángeles, Antonio Villaraigosa, sobre las pistas. “El trabajo duro nos llevó a este momento”.

Al igual que Beck, el miembro del Consejo de la Ciudad de Los Ángeles, Ed Ryers, pidió a los dos sospechosos restantes que se entregaran.

El vocero de los Dodgers, Howard Sunkin, aplaudió el trabajo de la policía, y prometió que el equipo está completamente comprometido con la investigación y prometió hacer del Estadio de los Dodgers “la sede deportiva más segura de Estados Unidos” . El presidente de los Gigantes, Laurence Baer, dijo a KGO, afiliado de CNN, que el arresto era “reconfortante” para el equipo y para los fans, y agregó que espera que el incidente genere mayor civilidad en eventos deportivos.

“Ha sido una nube sobre la organización”, dijo Baer. Agregó que los jugadores de los Gigantes quizás visiten a Stow, un paramédico que asistió al estadio con sus amigos para celebrar la victoria de la Serie Mundial de los Gigantes la temporada pasada.

Después del juego se le acercaron dos hombres en el estacionamiento y comenzaron a golpearlo mientras gritaban obscenidades sobre los Gigantes, dice la policía.

Ann Stow dijo que su hijo fue golpeado por la espalda primero, y cayó, golpeándose la cabeza en el concreto. “Fue un ataque brutal. No sé con qué lo golpeó pero mi hijo quedó inconsciente antes de tocar el suelo. No pudo protegerse la cabeza”.

Los agresores huyeron en un sedán de color claro conducido por una mujer con un niño de aproximadamente 10 años de edad. Stow salió de una coma inducida hace una semana, y ha mostrado señales de funciones cognitivas, dijo el neurocirujano Gabriel Zada. Ha recuperado movilidad en brazos y piernas.

La semana pasada fue transferido del Centro Médico de la Universidad del Condado de Los Ángeles al Centro de Traumatología de San Francisco. Stow ha podido abrir sus ojos en días recientes, aunque aún no puede enfocar su vista.

Sus hijos conocen la condición de su padre, pero aún no lo han visto en el hospital, dijo a HLN Bonnie, hermana de Stow. Toda la familia espera que el daño cerebral sea mínimo. “No creo que sea cuestión de sobrevivir”, dijo Bonnie. “Es cuestión de lo que será, cuando se levante”.

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