Rápido y Furioso: los mejores momentos de Ayrton Senna en la F1
Ayrton Senna es considerado como uno de los más grandes pilotos de Fórmula Uno de todos los tiempos, tras haber registrado tres campeonatos mundiales y 41 victorias en una carrera de 10 años.
La vida del brasileño fue trágicamente truncada por un accidente en el Gran Premio de San Marino en 1994 a los 34 años.
Pero a través de sus hazañas legendarias en la pista, en particular un récord de seis victorias en el Gran Premio de Mónaco, Senna se aseguró de seguir viviendo en los corazones y las mentes de los amantes del automovilismo en todo el mundo.
Los logros del nativo de Sao Paulo se celebran en el nuevo documental de largometraje Senna y, gracias a los videos de este próximo lanzamiento, puedes revivir tu momento favorito de Senna.
Gran Premio de Mónaco 1984
A los 24 años, Ayrton Senna llegó al Gran Premio de Mónaco de 1984 como un novato que participaba en su apenas sexta carrera de Fórmula Uno.
Senna calificó en un humilde sitio 13 en la parrilla de salida y, en las 31 vueltas siguientes, se dedicó a anunciar su llegada como un piloto de carreras de clase mundial.
La lluvia torrencial que caía sobre el legendario circuito urbano actuó como un nivelador de Senna en un auto Toleman poco adecuado, ya que superó a sus ilustres rivales a un ritmo asombroso.
Para el momento en que Senna sobrepasó al aspirante a campeón del mundo Niki Lauda, en la vuelta 19, ya había llegado a la segunda posición y estaba 24 segundos por detrás del líder Alain Prost, de McLaren.
El brasileño estaba alcanzando a su rival francés a un ritmo de tres segundos por vuelta, pero, por el deterioro de las condiciones climáticas, Prost pidió que la carrera se detuviera.
La carrera se detuvo después de 31 vueltas, momentos antes de que Senna pudiera finalmente pasar a Prost, y la estrella en ascenso se vio obligada a conformarse con el segundo lugar en el podio.
Senna en Lotus 1985-1987
Ayrton Senna pasó al equipo Lotus en el inicio de la temporada 1985 y comenzó a mostrar la capacidad que le ayudaría a alcanzar sus glorias futuras.
A los 24 años, consiguió la primera pole position (primera posición en la parrilla de salida) de su trayectoria, en el Gran Premio de Portugal de ese mismo año, la cual fue seguida por su primera victoria en una carrera.
Senna logró un segundo triunfo en el Gran Premio de Bélgica y comenzó la temporada de 1986 en buena forma, derrotando a Nigel Mansell por una décima de segundo en España en uno de las finales más cerradas de la F1 en la historia.
La campaña de 1987 trajo a Senna la primera de seis victorias en Mónaco, un récord no igualado, y también el segundo triunfo de su carrera en el Gran Premio de Estados Unidos en Detroit.
Gran Premio de Mónaco 1988
Ayrton Senna estaba en su primera temporada con McLaren, cuando una vez más destacó en las calles de Monte Carlo.
El nativo de Sao Paulo era ahora compañero de equipo de Alain Prost, pero eso no le impidió superar con creces a su colega en Mónaco. Senna logró una impresionante pole position, presionándose a sí mismo al límite con una vuelta dos segundos más rápida que la más rápida que Prost pudo hacer.
Su imperioso desempeño continuó en la carrera a medida que Senna dominaba desde el frente y arrasaba a través del circuito urbano para conseguir una ventaja de 55 segundos sobre Prost antes de estrellarse aparatosamente contra las barreras en la vuelta 67.
Más tarde, afirmó que su velocidad superior en el circuito porteño fue el resultado de una experiencia externa del cuerpo más allá de su “comprensión consciente”, pero fue Prost quien consiguió la bandera a cuadros.
Gran Premio de Japón 1989
En su estilo típico, Senna consiguió la pole position antes del Gran Premio de Japón de 1989.
A sus 29 años, encendió el circuito de Suzuka, el sábado antes de la carrera, marcando un tiempo de 1.7 segundos más rápido que su compañero de equipo y aspirante al título, Alain Prost.
Pero fue Prost, quien ya era campeón del mundo dos veces, quien tenía la ventaja en la clasificación de pilotos. Aventajaba a Senna por 16 puntos con sólo dos rondas restantes en la temporada, y con un máximo de 18 puntos restantes por pelear.
En la que era una carrera decisiva, Senna hizo el peor comienzo posible y Prost superó al brasileño directamente desde la parrilla de salida.
El brasileño finalmente alcanzó al líder de la carrera y, en la vuelta 46 de 73, hizo su movimiento sobre Prost.
Pero cuando Senna trató de pasar al francés por el interior de una estrecha curva de chicana, Prost se negó a desacelerar y el choque subsiguiente provocó que los dos pilotos de detuvieran.
Prost aceptó su destino y rápidamente salió de su McLaren, pero Senna volvió a arrancar su coche, dio la vuelta por la chicana y prosiguió la carrera.
El piloto logró superar al nuevo líder de la carrera Alessandro Nannini y parecía haber logrado un triunfo muy importante.
Pero después de salirse de la chicana tras el choque con su compañero de equipo, Senna fue descalificado y Prost celebró su tercer título.
Gran Premio de Japón 1990
Al año siguiente, en el circuito de Suzuka, Senna demostró que un auto de Fórmula Uno no era sólo una máquina de carreras capaz de una velocidad vertiginosa, sino también un arma que podía ser utilizada para pinchar los sueños de un rival feroz de ser campeón del mundo. Ese rival era, una vez más, Prost.
El par estaba enfrascado en una amarga batalla por el título de pilotos y Senna tenía nueve puntos de ventaja sobre el francés con dos carreras restantes en la temporada.
El brasileño consiguió la pole en la calificación, con el Ferrari de Prost en segundo lugar, pero se quejó de que su posición de partida estaba en el lado sucio de la pista.
A pesar de las protestas de Senna, los funcionarios de la carrera se negaron a cambiar el diseño de la parrilla y Prost salió a la pista al frente directamente al mostrarse la luz verde.
Mientras el par se acercaba a la primera curva, Senna colocó su McLaren directamente detrás de Prost y continuó conduciendo en línea recta mientras su oponente comenzó a girar.
El resultado fue una colisión que envió a los dos coches a toda velocidad hacia la grava y le entregó el campeonato del mundo a Senna.
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