Los Mavericks están a un triunfo de coronarse como campeones de la NBA
A los Mavericks no les importó la advertencia de LeBron James, y dieron su mejor exhibición para batir 112-103 al Heat de Miami, lo que los coloca a un paso de su primer título de la NBA, ya que van arriba en la serie 3-2.
Horas antes del inicio del quinto duelo de las finales, James mandó un mensaje en Twitter: "Ahora o nunca". El jugador con más presión por sus erráticas actuaciones en los últimos tres encuentros, marcó esta como la noche que debía transformar sus frustraciones, pero no pasó así .
En el cuarto final, James desapareció y su triple doble estadístico (17 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias) fue el cúmulo de momentos que no trascendieron en la duela.
Con el marcador igualado a 100 puntos, y 3:23 por jugar, James falló un disparo que Dallas transformó en una clavada de Drik Nowitzki, para tomar la delantera.
LeBron luego empañaría más su noche de supuesta resurrección cometiendo una falta ofensiva, perdiendo su cuarto balón de la velada y errando su cuarto triple para que Dallas fuera construyendo el camino de su victoria.
Ante las fallas del Heat, en Dallas iba creciendo el ánimo. No hubo desesperación después de que perdieron una ventaja de nueve puntos cuando el marcador se igualó a 100. A partir de ahí, los momentos de trascendencia fueron en totalidad para ellos.
Dwyane Wade no encontró la ruta para llevar al Heat al triunfo. Terminó con 23 unidades, pero en la segunda mitad se vio disminuido por una dolencia en la cadera.
En los últimos minutos tampoco pudo detener el ímpetu de los Mavs , y vio bloqueado uno de sus disparos. Luego falló un triple que hubiera acortado la desventaja cuando faltaba menos de un minuto en el periodo final.
Los Mavericks de Dallas encontraron una sinfonía en la que Nowitzki dirigió los esfuerzos.
El alemán finalizó con 29 unidades y recibió un apoyo valioso con disparos de José Juan Barea, que aportó 17 más. En los minutos finales, fueron los disparos de Jason Kidd (13) y Terry (21) los que cerraron la noche pletórica.
James hiló su cuarto duelo para el olvido en la noche que Wade y el resto de sus compañeros dijeron que más lo necesitaban.
Ahora deberá afrontar el duelo de la eliminación en Miami, con los ecos de los cuestionamientos sobre su errático desempeño en los momentos de trascendencia escuchándolos una y otra vez.
Para los Mavericks, llega la noche más importante de la temporada, en la que podrán poner fin a un ayuno sin campeonatos en su historia, de la mano de un alemán que no hace sentencias sobre el futuro y prefiere reflejarlo de buena forma en la duela.