Sudán del Sur, el nacimiento de una nación y de una selección de futbol
Nubes oscuras se acumulaban sobre el renovado estadio de fútbol de Yuba, pero para las 15,000 personas que se habían reunido en la capital de Sudán del Sur era tiempo de celebración.
A menos de 24 horas de que Sudán del Sur se convirtiera en el país más nuevo del mundo , después de declarar su independencia de Jartum –tras una sangrienta batalla que se había librado de manera intermitente desde la década de 1950– la primera prueba verdadera de la naciente república tuvo lugar.
El 10 de julio de 2011, Sudán del Sur jugó su primer partido de futbol internacional y su equipo se convirtió en el más joven del mundo.
"Estábamos todos muy emocionados, ya que era la primera vez que nuestro equipo nacional jugaba, cantando el himno nacional", recordó Makuac Teny, ministro de Deportes del recién formado gobierno de Sudán del Sur.
Al igual que el resto de la multitud, asistió al renovado estadio para ver a su selección enfrentar al equipo de la Liga Premier de Kenia, Tusker, en un partido cuyo resultado, por única vez, no era importante. "Fue la primera vez que se escuchó nuestra canción", explicó Teny.
"Ellos (la gente) estaban muy emocionados y muy conmovidos. Pensé que si seguimos así nuestro equipo podría ser muy exitoso". Los obstáculos que enfrenta Sudán del Sur son grandes, por decir lo menos.
Años de guerra civil entre el sur, mayormente cristiano y animista, y el norte, musulmán, dejaron al menos dos millones de muertos y una devastada infraestructura en el sur.
Esto sucedió a pesar de, o tal vez debido a, la fabulosa riqueza petrolera que la región tiene . El nuevo estadio nacional de futbol de Yuba es un ejemplo de ello. "No sé si se puede llamar un estadio; era un campo sin pasto. No se podía jugar ahí", explicó Stephen Constantine, un entrenador inglés que estaba a cargo de la selección nacional de Sudán hasta el año pasado .
El estadio fue renovado hasta justo antes del inicio del partido, con pasto nuevo e iluminado con luz artificial por primera vez.
La nueva Federación de Futbol de Sudán del Sur (SSFF, por sus siglas en inglés) tiene que construir una liga, estadios y clubes a partir de cero, así como enterenar árbitros y expertos en el deporte. Pero el primer objetivo es político: el reconocimiento por parte de la FIFA y de la Confederación Africana de Fútbol (CAF).
" Estamos empezando de cero. No tenemos nada en nuestras manos , estamos empezando como Dios nos creó", dijo Benjamin Oliver, el nuevo director de la SSFF, que junto con el entrenador llevó a cabo las pruebas y logró formar un equipo en menos de tres semanas. Todos los jugadores de Sudán del Sur, que juegan en clubes del norte, no fueron liberados para el encuentro, ya que no era un día de juego oficial de la FIFA.
"Hemos conseguido la independencia con la ayuda de la comunidad internacional. Teníamos claro el objetivo que perseguíamos, sabíamos las tácticas del enemigo. Ahora me siento optimista de que vayamos a jugar futbol internacional en Sudán del Sur. La comunidad internacional... vendrá en nuestra ayuda".
No es casualidad que Sudán del Sur organizara un partido de futbol tan pronto después de anunciar su independencia. El aficionado al futbol y ex secretario de Estado de Estados Unidos, Henry Kissinger, célebremente argumentó que las selecciones nacionales de futbol no sólo son un componente esencial de una nación, sino que su estilo de juego es también un reflejo de la identidad de un país.
"Ningún equipo de un país comunista (con excepción de Hungría, en 1954) ha llegado a la final de la Copa del Mundo o a las semifinales", escribió en el diario Los Angeles Times, antes de la Copa del Mundo de 1986.
"La planificación demasiado estereotipada destruye la creatividad indispensable para el futbol eficaz".
El vínculo entre el futbol, la identidad, la unidad y el nacionalismo es tan fuerte que muchos Estados recién fundados o Estados divididos por la guerra han utilizado el suave poder del futbol para lograr objetivos políticos difíciles.
Los palestinos, por ejemplo, han sido reconocidos por la FIFA desde 1998, pero no por la ONU. El futbol es visto por la Autoridad Palestina como una herramienta importante para el fomento de un sentido de unidad doméstica. La selección nacional de futbol es también una de las pocas entidades visibles que permiten ondear la bandera palestina en el escenario internacional.
Los alemanes occidentales, en 1954, y los iraquíes, en 2007, pueden señalar dos victorias del futbol –el triunfo sorprendente de Alemania en la final del Mundial de 1954 y la impactante victoria de Irak en la Copa de Asia de 2007– como momentos de transformación que ayudaron a colocar de nuevo en el camino a la estabilidad a Estados fracturados y destrozados por la guerra.
"Una selección de futbol nacional es la nación encarnada, es la manifestación visible de una nación", dijo Simon Kuper, periodista y autor Football against the enemy, un libro que analiza la relación entre el futbol y la política en todo el mundo.
"Cuando tienes once jóvenes con camisetas del equipo nacional saliendo al campo de juego, ellos son Sudán del Sur. Los Estados tienden a preceder a las naciones. La manera de construir una nación en la era de la televisión es a través del deporte, porque el deporte ofrece los programas más vistos. En el pasado, Francia y Alemania podían construir una nación en el campo de batalla".
Los políticos de Sudán del Sur son conscientes del poder político que ejerce el futbol en el país y en el extranjero. El SSFF confía en que su solicitud de adhesión a la CAF sea aceptada y que dos años más tarde sea capaz de unirse a la FIFA.
"Lo importante es la contribución del futbol al nuevo Estado", dijo el ministro Teny. "Podemos cimentar las bases y el himno nacional. Estamos reuniendo muchas tribus, 64 en total. Queremos demostrar que hay una nación, e integrarnos en una nueva nación".
¿Y qué hay con el partido?
Tras un inicio prometedor, el nuevo país se autodestruyó. El capitán Khamis Liyano anotó el primer gol internacional de Sudán del Sur en la historia, pero dos autogoles ayudaron a los kenianos a superar a sus anfitriones 3 a 1.
El resultado fue una comparación entre el futbol y la vida que los sudaneses del sur esperan evitar. Pero Benjamin estaba simplemente contento de que el primer partido se hubiera jugado.
"El honor le corresponde a Kenia, el primer país en escuchar el himno nacional de Sudán (del Sur). Ellos nos han honrado. Eso fue un triunfo en sí mismo, escuchar el himno nacional. A pesar de que ellos ganaron 3 a 1, sabía que la bandera de Sudán del Sur sería alzada".