El nuevo estadio Maracaná se perfila como un símbolo del nuevo Brasil
Algunas guías turísticas describen al enorme estadio Maracaná de Río de Janeiro como la construcción más famosa de Sudamérica, pero en este momento la descripción más precisa sería la obra en construcción más famosa de la región.
Según autoridades turísticas locales, es el segundo lugar más visitado de Brasil después de la estatua del Cristo Redentor junto a la montaña del Pan de Azúcar.
Con el Mundial de futbol del 2014 y los Juegos Olímpicos de Río 2016 en el horizonte, máquinas excavadoras, equipos de drenaje, grúas y un batallón de personal de construcción están trabajando fervientemente en el lugar donde alguna vez Pelé y Garrincha desplegaron su talento.
Al igual que esos dioses del futbol brasileño, los obreros también se están esforzando para crear una belleza memorable.
El Maracaná, famoso por haber albergado la mayor cantidad de público en un partido de futbol en la final del Mundial 1950 entre Brasil y Uruguay, está siendo completamente transformado de cara a la copa del 2014, cuando el país volverá a recibir el torneo después de 64 años .
El estadio también será sede de los Juegos de Río, pero a diferencia de Wembley, la otra gran catedral del futbol que fue demolida y reconstruida entre 2000 y 2007, el nuevo Maracaná estará rodeado por el armazón del viejo recinto.
Como ocurre con casi todas las modernizaciones de estadios en el mundo, hubo retrasos en el proceso.
Icaro Moreno Junior, responsable de supervisar que el proyecto de 932 millones de reales (595 millones de dólares) , dijo a Reuters: "Estaremos listos".
"No podemos fallar. Al mismo tiempo, queremos conservar algo de la historia pasada del Maracaná, pero también estamos haciendo algo nuevo. No es un trabajo fácil retener algo de los 50 en el siglo XXI, pero estoy seguro de que el nuevo estadio será especial para Río, Brasil y todo el mundo", agregó.
El Maracaná ostenta récords de asistencia que parecen difíciles de superar. Algunos libros indican que la asistencia de la final de 1950 fue de 205,000 personas, otros 199,000.
Lo que es seguro es que el viejo estadio, construido en dos años y usado por primera vez en el Mundial 1950, era un enorme recinto que solía albergar más de 150,000 personas.
Reflejo de la prosperidad brasileña
La sede también ostenta el récord de mayor asistencia en un partido de eliminatorias para el Mundial desde que 162,764 personas vieron a Brasil contra Colombia en 1977.
"La nueva capacidad no se parecerá en nada a la antigua, pero tendremos 80,000 en un estadio último modelo, con instalaciones de vanguardia, un sistema de sonido fabuloso, iluminación, todo lo que puede verse en un estadio moderno", apuntó Moreno.
"Será una construcción 'inteligente', ecológica, sin mala visibilidad para los hinchas. Parte del desafío es recuperar estructuralmente parte del viejo edificio, algunos de los pilares que tienen más de 60 años y restaurarlos para los próximos 50 años o más", añadió.
Moreno hizo referencia al momento de solidez y crecimiento que vive la economía brasileña para justificar su optimismo.
"La FIFA estará orgullosa de este estadio y nosotros estaremos orgullosos como brasileños. De alguna manera, el nuevo estadio simboliza al nuevo Brasil. Tenemos muchos desafíos que afrontar, pero estamos en un muy buen momento".
La actual renovación del Maracaná es la tercera en los últimos 11 años. Las previas no fueron a tal escala e hicieron poco para evitar el deterioro estructural y la sensación de descuido que rodeó al recinto durante más de dos décadas.
Alcino Rocha, secretario de futbol en el Ministerio de Deporte, dijo a periodistas en el estadio: "En 1950 el Maracaná le dio al mundo una imagen de Brasil que nunca se había visto antes y 61 años después estamos creando un nuevo Maracaná con la imagen de un nuevo Brasil".
"Esperamos que el nuevo estadio tenga lo que el antiguo no tuvo, que fue ver a Brasil campeón del mundo", continuó.
En una de las mayores sorpresas de la historia del futbol conocida como El Maracanazo, Brasil perdió la final del Mundial 1950 2-1 ante Uruguay.
Ver a Brasil poner fin a esa pesadilla nacional que aún hoy se siente completaría el perfecto renacimiento del Maracaná.