La lluvia pone en jaque al Abierto de Estados Unidos
Las novena jornada del Abierto de Estados Unidos ha sido suspendida definitivamente debido a la fuerte lluvia que continuará durante todo el día en Nueva York.
Este martes se definirían los últimos invitados a los cuartos de final, entre los que destacaba el partido del número dos del mundo Rafael Nadal con el tenista de Luxemburgo, Gilles Muller.
Los organizadores del torneo anunciaron que los partidos se reanudarán este miércoles a las 11:00 horas, aunque también se prevé lluvia para ese día.
En un principio se avisó a los jugadores que sobre las 14:30 horas podía dejar de llover y comenzar la jornada, pero los últimos partes meteorológicos no fueron buenos y avisaron a los tenistas que se suspendía definitivamente la jornada.
El escocés Andy Murray enfrentaría esta mañana al jugador estadounidense Donald Young, en la cancha del estadio Arthur Ashe; mientras que en la Louis Armstrong estaba previsto que jugaran el norteamericano John Isner y el francés Gilles Simon, que viene crecido tras eliminar al argentino Del Potro.
David Ferrer, quinto cabeza de serie, iba a abrir el turno de la sesión nocturna ante el estadounidense Andy Roddick.
La cancelación de la jornada ha abierto el viejo debate sobre si se debe colocar un techo retráctil al estadio Arthur Ashe para que el clima no condicione el progreso del último Grand Slam de la temporada.
El Abierto de Estados Unidos se ha visto obligado a retrasarse un día y disputarse en lunes en los tres últimos años, un hecho sin precedentes en la historia de los grandes torneos tenísticos.
Esta situación se ve agravada por el hecho de que el Abierto de Estados Unidos es el único Grand Slam que no concede un día de descanso entre las semifinales y la final masculina.
En 2008, ya se tuvo que aplazar un día la final, por primera vez desde 1987, que disputaron Roger Federer y Andy Murray, debido al retraso que provocó el paso de la tormenta tropical Hannah por Nueva York. Sin embargo, en los dos años siguientes las condiciones climatológicas también obligaron a jugar la final en lunes.
La Asociación Estadounidense de tenis (USTA), se ha negado a la idea de techar el estadio por los costos que implicaría: Más de 150 millones de dólares, según citó el portavoz de la organización, Chris Widmaier, después de que se aplazara la final entre Nadal y Djokovic el año pasado.