El Chelsea busca una nueva casa para poder recibir a más público
Roman Abramovich busca comprar nuevamente el estadio del Chelsea, con el fin de mudarse a una nueva ubicación con la que espera ayudar al equipo de la Liga Premier de Inglaterra a seguir siendo competitivo en una escala internacional.
Stamford Bridge, que data de 1876, alguna vez tuvo la capacidad de albergar a casi 83,000 personas. Pero muchas décadas después de ese punto de referencia, en 1935, su capacidad actual es únicamente para 41,841 aficionados, luego de que lo convirtieron en un estadio para puros asistentes sentados en la década de los 90.
Sin embargo, la propiedad del estadio se le dio a un grupo de aficionados, mucho tiempo antes de que el multimillonario Abramovich comprara el equipo del oeste de Londres en 2003, con el fin de luchar contra la perspectiva de que pudiera ser comprado por promotores inmobiliarios.
Los términos del contrato con el que eventualmente se vendió el Stamford Bridge al Chelsea Pitch Owners (CPO) en 1999, una medida que requirió un préstamo de 10 millones de libras esterlinas (15 millones de dólares) del club, estableció que el equipo no podía mantener su nombre si se cambiaba.
"Sabemos muy bien lo cerca que estuvo el equipo de perder su hogar antes de la formación del CPO, pero esa amenaza ya desapareció ahora que el señor Abramovich es el propietario", dijo a la página web del club el presidente del Chelsea, Bruce Buck. "Y con la actual estructura del CPO, no podemos planear con seguridad para el futuro. Espero que todos los accionistas voten a favor de la propuesta".
Lo miembros de CPO tomarán la decisión en una reunión especial el 27 de octubre, que tendrá un enorme peso en los planes futuro del Chelsea.
Con la introducción de las reglas del juego limpio financiero de la UEFA, crece la necesidad del Chelsea de maximizar los ingresos y ser menos dependiente de su benefactor ruso.
Sus rival de la Liga Premier Manchester United puede entretener a más de 75,000 espectadores en su estadio, mientras que el estadio Emirates del Arsenal tiene capacidad para unas 60,000 personas.
En el futuro se verán estadios más grandes; recientemente, el Tottenham perdió ante el West Ham el intento para ocupar el nuevo Estadio Olímpico de Londres después de 2012.
Sin embargo, los clubes ingleses tienen mucho camino por recorrer antes de igualar a sus rivales europeos.
El Camp Nou del Barcelona cuenta con la mayor capacidad del continente y acoge a casi 100,000 aficionados, mientras que el Santiago Bernabeu, del Real Madrid, recibe a 85,000 espectadores.
El Signal Iduna Park del Borussia Dortmund es el estadio más grande de Alemania, y tiene una capacidad para 80,000 personas para los partidos domésticos, mientras que al estadio Allianz Arena del Bayern Munich regularmente asisten casi 70,000 aficionados.
En Italia, los dos equipos de Milán pueden acoger a 80,000 espectadores. La Juventus rompió con la tendencia y se mudó esta temporada a un estadio más pequeño con capacidad para 41,000 personas, abandonando al impopular Stadio delle Alpi con capacidad para más de 60,000 aficionados.
El éxito en la competencia más importante de clubes en Europa, la Champions League, todavía se le niega a Abramovich a pesar de la enorme fortuna que le inyectó al Chelsea.
Mudarse a un nuevo estadio —que estaría dentro de un radio de 4.8 kilómetros de la actual casa del club si se termina en 2020, bajo los términos de la oferta al CPO— podría ser una gran declaración acerca de su deseo de convertir al Chelsea en una potencia mundial.
“Estoy seguro que los aficionados del Chelsea han disfrutado del futbol y del éxito que hemos presenciado en Stamford Bridge desde 2003, y el Chelsea Football Club y el señor Abramovich están determinados a asegurar que el equipo siga compitiendo la máximo nivel del futbol mundial”, dijo el director ejecutivo, Ron Gourlay.
“Seguimos buscando las opciones para ampliar al Bridge, y debo ser claro de que todavía no identificamos el sitio para un nuevo estadio en otro lugar”.
La oferta del Chelsea para los 12,000 accionistas del CPO es por el precio original de 100 libras esterlinas por acción, una inversión de 1.5 millones de libras.
"Se debe de tener en cuenta que nadie compró esas acciones como una inversión financiera", le dijo Buck a la UK Press Association. “Todos compraron esas acciones como una forma de ayudar al equipo de la misma manera que compraron recuerdos y souvenirs".
"Todavía no consideramos hacer una gran oferta porque creemos que son seguidores del Club de Futbol Chelsea y que quieren hacer lo mejor para el Chelsea".
También se ofrece la promesa de que el 10% de los por lo menos 55,000 asientos que se tienen previstos estarán disponibles para las familias y los aficionados menores de 21 años.
Los accionistas del CPO que votan por la venta ingresarán a la lista de un cuadro de honor en cualquier estadio nuevo, y tendrán prioridad para comprar los boletos de la temporada.
Sin embargo, el Club de Seguidores del Chelsea (Chelsea Supporter’s Club) no está convencido de que el equipo deba salir de su hogar de tanto tiempo.
“¿En dónde está la prueba de que no se puede ampliar Stamford Bridge? Sin lugar a dudas muchos seguidores preferirían quedarse, y creo que la pérdida para los hoteles y los restaurantes no es una gran preocupación para muchos”, escribió Peter T. en un comunicado en su página web.
“La propuesta del ‘cuadro de honor’ es risible e insultante. Teniendo en cuenta que cualquier otro estadio sería más grande, la oferta de la ‘prioridad de boletos para la temporada’ sin lugar a dudas es nebulosa también, al igual que moralmente reprobable”.
También cuestionó la razón por la cual se pidió la votación con tan poca antelación, todavía sin identificar ningún estadio para el futuro, y por qué la oferta no tomó en cuenta la inflación del acuerdo original de CPO en 1993.
Abramovich necesita la aprobación de una mayoría del 50% de los accionistas del CPO, y quizá todavía encuentre más obstáculos en sus sueños por conquistar el mundo.