La fiesta inaugural de los Panamericanos mezcla tradición y modernidad
La mezcla de la tradición charra del estado de Jalisco y la modernidad, en un espectáculo tridimensional de luces, sonido y color, engalanaron la inauguración de los Juegos Panamericanos Guadalajara 2011 .
La lluvia de los últimos días en la ciudad dio tregua para la ceremonia, que se llevó en el estadio de futbol Omnilife, casa de uno de los equipos más representativos de la ciudad, las Chivas.
Vestido de charro, el cantante de música ranchera, Vicente Fernández, abrió la fiesta con el Himno Nacional mexicano. “¡Viva México!”, gritó al término de su interpretación, mientras mariachis y bailarines folclóricos subían al escenario para acompañarlo en el tema México, lindo y querido. Jinetes y escaramuzas (mujeres a caballo) entraron después, mientras el Charro de Huentitán entonaba Guadalajara.
Una vez encendidos los ánimos de los asistentes, Fernández cedió el escenario a un par de trompetistas, previo al ingreso de las 42 delegaciones de atletas que participan en la justa deportiva.
El desfile de los representantes de los países se dio entre aplausos y algarabía entre el público. México, la delegación anfitriona, cerró el desfile.
Los países imprimieron su sello a su paso por la fiesta inaugural: los brasileños bailaron samba portando banderas de su país y de México; los colombianos usaron el tradicional sombrero paisa, y los mexicanos fueron vestidos de charros.
“Bienvenidos a esta bendita tierra”, dijo Fher Olvera, líder de la banda mexicana Maná, que al término del desfile abrió el espectáculo musical, seguida de la cantante Eugenia León.
El presidente de la Organización Deportiva Panamericana (Odepa), Mario Vázquez Raña, y el gobernador de Jalisco, Emilio González, subieron después al escenario para la ceremonia protocolaria.
Las banderas de la Odepa y la Olímpica fueron llevadas al estadio por deportistas mexicanos destacados, como la golfista Lorena Ochoa, los medallistas olímpicos Iridia Salazar, de taekwondo; la atleta de halterofilia, Soraya Jiménez; los marchistas Daniel Bautista y Ernesto Canto; el clavadista Fernando Platas; los futbolistas Rafael Márquez y Salvador Reyes; los boxeadores Ricardo Delgado, Saúl Álvarez y Julio César Chávez, y la ex Miss Universo, Ximena Navarrete, oriunda de Guadalajara.
En su mensaje, el presidente Felipe Calderón expresó su deseo de que la justa simbolice “la unión fraterna, la paz y la prosperidad que anhelamos para todos los pueblos América”.
La parte protocolaria terminó con el juramento de atletas y jueces, para retomar el ánimo de fiesta con un espectáculo de bailarines y acróbatas con música electrónica, tubos de tela en el aire, y lámparas de colores.
Desde las gradas, los cerca de 45,000 asistentes formaron parte del show, mientras seguían movimientos ensayados minutos antes del evento, creando la ilusión de barras de colores sincronizadas.
El grupo Nortec Collective, originario de Tijuana, Baja California, subió al escenario cuando de forma espontánea el público inició la ola de colores en el estadio.
Luego, la velada se tornó romántica cuando el tenor José Luis Duval, la soprano Oliva Gorra y la cantante Lila Downs interpretaron boleros, entre ellos, Bésame mucho. Los asistentes cambiaron entonces los colores de sus lámparas por una luz blanca.
Después, el colombiano Juanes cantó “Odio por amor”, mientras luces blancas “bailaban” en las gradas y “mariposas gigantes” sobrevolaban el escenario.
El momento de saber quién sería el responsable de encender el pebetero llegó después. Por una de las puertas ingresó con la antorcha panamericana Enriqueta Basilio, quien en los Juegos Olímpicos de México 1968 se convirtió en la primera mujer en la historia en encender el pebetero.
Dos atletas más la relevaron antes de entregar la antorcha a la clavadista mexicana y medallista olímpica Paola Espinosa , quien apoyada por un arnés y simulando volar encendió el pebetero, llevando al clímax la ceremonia.
El espectáculo finalizó cuando el cantante mexicano Alejandro Fernández interpretó el tema oficial de los juegos, El mismo sol.