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Se cuestiona la seguridad mientras el mundo del automovilismo está de luto

El piloto británico Dan Wheldon era uno de los principales promotores de la seguridad en las competencias. Probaba un vehículo más seguro
mar 18 octubre 2011 01:06 PM
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Semanas atrás, Dan Wheldon estaba detrás del volante de un nuevo prototipo de automóvil de la serie IZOD IndyCar —uno que se suponía haría que su deporte fuera más seguro, aunque idealmente no lo haría menos emocionante.

El dos veces ganador de Indianápolis 500, quién era uno de los colaboradores clave en el esfuerzo de seguridad, nunca tuvo la oportunidad de ver funcionar los motores mejorados en una carrera real.

El lunes, sus amigos, colegas y el mundo del automovilismo estuvieron de luto después de su muerte tras un terrible accidente que involucró a 15 autos en la Indy 300 en Las Vegas.

"Perdí a uno de mis mejores amigos, uno de mis grandes compañeros", dijo el piloto Tony Kanaan a los periodistas horas después del fatal accidente del domingo.

"Sé que este es un deporte peligroso. Sé que estamos expuestos a esto todos los días, en la vida normal también", agregó. "¿Pero, sabes? no piensas en eso. Hoy tenemos que pensar en eso".

Si hubiera ganado la carrera del domingo, el inglés de la sonrisa fácil y de modales atractivos habría ganado un premio de 5 millones de dólares. En lugar de eso, él se encontraba cerca de la parte trasera del campo de 34 automóviles cuando participó en un choque en el que varios autos giraron fuera de control y estallaron en llamas.

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Wheldon, de 33 años, murió por "heridas mortales", dijo el domingo el presidente ejecutivo de IndyCar, Randy Bernard.

Los otros dos pilotos que resultaron gravemente heridos en el accidente —JR Hildebrand y Pippa Mann— fueron dados de alta este lunes del Centro Médico Universitario de Las Vegas, dijo IndyCar en un comunicado.

El domingo por la noche operaron a Mann por una quemadura en un dedo de su mano derecha, mientras que Hildebrand tenía una herida grave en el esternón. El aspirante al título, Will Power, fue atendido y se le dio de alta el domingo, dijo la portavoz de IndyCar, Amy Konrath.

El violento accidente planteó nuevas preguntas acerca de la seguridad, en el automovilismo en general y en la pista de Las Vegas en particular.

Wheldon fue una fuerza impulsora para atender estas preocupaciones. A principios de octubre en una historia publicada en IndyCar.com, la página web oficial de la serie de carreras, el vicepresidente Will Phillips destacó al conductor de 33 años, a su equipo y al fabricante italiano Dallara, por sus esfuerzos para poner en marcha un modelo de automóvil más seguro para la temporada 2012.

"Él se centró en sus necesidades para retroalimentar a Dallara y fue coherente y conciso", dijo Phillips sobre Wheldon en ese entonces. "No podrías pedir más."

Su muerte fue la primera en el circuito IndyCar desde marzo de 2006, cuando el piloto Paul Dana murió en un choque entre dos coches durante el calentamiento para la carrera inaugural de la temporada en el Homestead-Miami Speedway. Uno de los accidentes más famosos fue el que causó la muerte de Dale Earnhardt en 2001 Daytona 500 de NASCAR.

El escritor de la revista Sports Illustrated, Jon Wertheim, dijo este lunes que la enorme velocidad de los autos de carreras y la mínima distancia que los separa, significa que el peligro acecha en cada esquina y en cada recta . Wheldon, por ejemplo, estaba amontonado entre varios vehículos, que iban a una velocidad de 350 kilómetros por hora, cuando se produjo el choque del domingo.

"La realidad es, que están trabajando con automóviles muy, muy rápidos. No son vehículos pesados", dijo Wertheim. "Por desgracia, no hay una noción del riesgo cuando te metes en uno de esos autos de carreras".

Más allá de las preguntas acerca de la seguridad de las carreras en general, el estado en que se encuentra Las Vegas Motor Speedway —y si era o no demasiado rápida y tenía demasiados vehículos— fue el objeto de una oleada de cuestionamientos en las primeras horas después de la muerte de Wheldon.

El piloto escocés, Dario Franchitti, le dijo a ABC News que la pista no ofrecía "nada para alejarse de los demás".

"Esta no es una pista adecuada, y hoy fuimos testigos", dijo.

La vuelta en Las Vegas es de 2.4 kilómetros, 1.6 kilómetros más corta que la emblemática Indianapolis Motor Speedway. Al mismo tiempo, es más ancha que muchas otras pistas —de modo que pueden competir más autos, y potencialmente chocar unos con otros.

Este lunes, en una entrevista con CNN, la expiloto de IndyCar, Lyn St. James, señaló también que la pendiente de las curvas de la pista y su línea recta pueden crear "un impulso y tiene esta capacidad de que todos los autos puedan ir al máximo, (lo que) realmente hace que el auto salga del control de los pilotos".

Sin llegar tan lejos como Franchitti con las críticas del circuito de Las Vegas, St. James, dijo que una serie de factores —incluyendo la velocidad de los vehículos y la cantidad, así como la forma de la pista —se reunieron "como una tormenta perfecta".

"Fue desafortunado, fue trágico, fue algo que todos deseamos que nunca hubiera ocurrido", dijo sobre la muerte de Wheldon.

Después del choque en el IZOD IndyCar World Championship, muchos de los conductores restantes estuvieron emocionales durante y después de un saludo de cinco vueltas en honor de Wheldon. El resto del evento se canceló.

"Hoy no hay palabras", tuiteó Danica Patrick, la primera mujer en ganar una carrera de IndyCar en el 2008. "Yo y muchos más estamos devastados. Rezo por Suzi (esposa de Wheldon) y por sus hijos para que Dios les dé fuerza".

Wheldon, quien nació en Emberton, Inglaterra, vivió en San Petersburgo, Florida. Su padre fue un piloto de go-karts, y su madre tomaba el tiempo en la pista local. Ya como conductor, Wheldon se unió a la Alzheimer’s Association para crear conciencia sobre la enfermedad. Él llevaba el logotipo de la asociación, cuando ganó la Indy 500 en mayo. A su madre le diagnosticaron la enfermedad en 2009.

En Carolina del Norte, Sven Bhem le dijo a WGHP, afiliado de CNN, que su yerno —que horas antes de la carrera de este fin de semana, le había cantado "Feliz Cumpleaños" por teléfono— no “sólo era un gran piloto, también era un gran ser humano ", dijo Bhem. "Siempre fue optimista, siempre tenía algo bueno que decir de todo el mundo."

Dijo que Wheldon y su hija tenían cuatro años de casados y tenían dos hijos, uno de 2 años y medio y otro de 7 meses.

En un comunicado que se publicó este lunes, la empresa que manejaba a Wheldon, GP Sports Management, describió al conductor como un "campeón en la pista y un hombre dedicado a su familia fuera de ella."

"Dan amaba a sus seguidores y en la pista siempre tuvo ese tiempo adicional para tomarse una foto, para firmar un autógrafo, para hacer sonreír a un niño. Todo el mundo quería estar cerca de Dan. Su pasión y su entusiasmo por la vida eran contagiosas."

St. James recordó a Wheldon como un "chico temerario de Inglaterra", cuando comenzó.

"Lo vimos madurar hasta convertirse en este absoluto y consumado profesional", dijo (…) tocó a tantas personas."

Ella considera que con la muerte de Wheldon se "podría elevar el nivel" en cuestión de seguridad para los pilotos. "No queremos que este tipo de cosas sucedan", dijo.

Además, comentó que la muerte podría ser una experiencia de aprendizaje para los jóvenes pilotos. "Los conductores que no puedan aceptar que ese destino podría ser el suyo, deberían practicar otro deporte”, dijo.

"Era un chico muy especial", dijo sobre Wheldon.

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