Las mujeres en la Fórmula Uno
"Nunca había estado cerca de una pista de carreras en mi vida”, explica Divina Galica, una exesquiadora olímpica quien pertenece a un grupo exclusivo de pilotos de la Fórmula Uno. Sólo hay cinco miembros, y todos son mujeres.
“Durante muchos años viví cerca de Thruxton (una pista de carreras al sur de Inglaterra) y podía escuchar a los automóviles dando vueltas, pero nunca me interesó ir ahí”.
Galica fue capitán del equipo femenil de esquí de Gran Bretaña y compitió en tres Juegos Olímpicos de Invierno de 1964 a 1972, pero no fue hasta que colgó los bastones que su historia dio un giro notable.
A poco menos de un mes para cumplir 32 años, se convirtió en la tercera mujer en entrar en una carrera de Fórmula Uno en el Gran Premio Británico de 1976, y completó un increíble cambio de carrera.
“Cuando dejé de competir en esquí, empecé una tienda de equipo para esquí en Londres”, le dice Galica a CNN. “Fue un cambio total de ritmo y me sentía un poco inquieta”.
“Un día sonó el teléfono y un caballero me preguntó si me gustaría participar en una carrera de celebridades del deporte. Llegué en segundo lugar en la carrera y mucha gente se sorprendió de que en mi primera competencia llegara en segundo lugar”.
“John Webb (anteriormente a cargo del circuito británico de Brands Hatch) me invitó a competir contra mujeres piloto que corrían, nuevamente llegué en segundo lugar. Eso inició mi carrera”.
Fue una carrera que impulsó a Galica al mundo dominado por los hombres de la Fórmula Uno, en donde sólo cinco mujeres han participado en un gran premio en los 61 años de historia, y sólo dos consiguieron calificar para una carrera.
“Creo que es muy conocido porque una gran cantidad de publicidad me siguió por todas partes y la mayoría de la gente parecía pensar que había calificado para competir en ese nivel”, dice Galica, quien después participó en dos grandes premios con el equipo Hesketh en el inicio de la temporada de 1978.
“La desventaja era el automóvil que conducía, no el equipo porque eran de primera clase; había competido con (el campeón mundial de 1976) James Hunt. Pero el automóvil era viejo y no era muy competitivo”.
La primera mujer en probarse contra los hombres fue María Teresa de Filippis, de Italia, quien hizo historia en el Grand Prix de Mónaco de 1958; una carrera que también vio al futuro funcionario que domina el deporte, Bernie Ecclestone, hizo su debut.
De Filippis no clasificó en Mónaco, pero un mes después en Bélgica, en una carrera sin tiempo límite para calificar, inició en la última posición de la parrilla.
En una carrera en donde se vio a nueve de los 19 competidores retirarse De Filippis condujo a su Masserati alrededor de la pista de Spa, pero terminó en último lugar.
Su compatriota, Lella Lombardi, es la piloto mujer más exitosa hasta el momento. En una temporada de tres años, Lombardi entró en 17 grandes premios para March, RAM y Williams, y compitió en doce carreras.
Se convirtió en la primera y única mujer en lograr una puntuación en la división de élite del automovilismo, cuando llegó en quinto lugar en el Gran Premio de España en 1975, mientras competía para March obtuvo la mitad de un punto en lugar del habitual punto completo debido a que la distancia de la carrera era menor.
Pisando los talones de Lombardi estaba Galica, quien, inspirada por sus predecesoras italianas, entró en el deporte en 1976.
“Como todas las cosas, el automovilismo estuvo dominado por hombres durante muchos años, pero había muchas, muchas, muchas mujeres que competían (…) Lella Lombardi era realmente buena”, dice la mujer de 67 años.
“También era muy fuerte, tenía un buen automóvil y tuvo una gran actuación en él. Así que hubo buenas pilotos mujeres en la Fórmula Uno”.
Galica cree que la fuerza física es esencial si las mujeres quieren hacer frente a los rigores físicos de los grandes premios y a la atención de los medios que se da por su estatus único.
“Para conducir en mi época tenías que estar en forma”, dice. “Afortunadamente yo venía de una carrera (de competir) en esquí y estaba realmente en forma. Era fuerte como un tanque. Hoy en día, he visto a muchas mujeres pilotos que son muy buenas, pero mientras ascienden en la fórmula, no son lo suficientemente fuertes”.
“A menudo cometen errores porque se fatigan. Por supuesto, los hombres también se cansan en esos automóviles, no sólo son las mujeres”.
“Especialmente en los automóviles modernos de la Fórmula Uno, crea una enorme fuerza de gravedad, y ahora las pistas no tienen muchas rectas, así que siempre das vueltas y hay mucho trabajo que realizar”.
Lidiar constantemente con los medios de comunicación del mundo también es difícil, de acuerdo con Galica.
“Conducir un automóvil de Fórmula Uno es lo suficientemente agotador, pero cuando sales y te rodean miles de periodistas de todo el mundo realmente te agotas. Creo que eso es algo que las mujeres no entienden”, dice.
“No solamente conduces un automóvil y sales de él y desapareces en tu casa rodante, realmente estas a merced de la prensa mundial”.
Desire Wilson, de Sudáfrica, fue la siguiente mujer que entró en una competencia en 1980, y ya pasaron casi 20 años desde que Giovanna Amati condujo para Brabham en 1992, pero recientemente hubo reportes en donde se afirma que Renault firmará a María de Villota como tercer piloto del equipo.
La española compitió anteriormente en el campeonato World Touring Car y realizó pruebas con Renault a principios de este año.
Galica dice que la piloto de 31 años debe estar preparada para el desafío físico si quiere competir en Fórmula Uno.
“Mi preocupación no es que se convierta en una embajadora, que lo sería, estoy segura que haría un trabajo maravilloso”, dice Galica sobre De Villota. “Pero cuando entra en el automóvil me pregunto si tendrá la suficiente condición física”.
“Yo estaría en el gimnasio la mayor parte de este invierno intentando levantar mucho peso y de obtener músculos en el cuello y simplemente asegurándome de ser lo suficientemente fuerte. No la conozco, pero creo que ese sería mi consejo”.