Patriotas y Gigantes, un juego con sabor a revancha en el emparrillado
El encuentro entre Patriotas de Nueva Inglaterra y Gigantes de Nueva York en el próximo Super Bowl XLVI en Indianápolis tiene un sabor a revancha, pues los Pats no olvidan la derrota que sufrieron hace cuatro años.
Aquella temporada de 2007 fue perfecta para los Patriotas de Nueva Inglaterra, invictos en su 16 encuentros, con la ventaja de jugar en casa durante los playoffs.
Todo estaba puesto para que los Pats se coronaran campeón, con un mariscal de campo como Tom Brady, quien completó para aquel torneo un total de 398 pases de 578, sumando 4806 yardas, que en conjunto con su receptor Wes Welker y sus 112 atrapadas fueron clave para su avance.
La casa de los Cardenales de Arizona era el escenario donde el equipo de Boston buscaría repetir la hazaña que los Delfines de Miami lograron en 1972 de llegar sin derrotas al Super Bowl.
Esa fuerza quedó evidenciada con sus dos victorias sobre Jacksonville en la jornada divisional y frente a los Cargadores de San Diego en la final de la Conferencia Americana.
Sin embargo, enfrente tenían a los Gigantes, que aunque no se alzaron con el título de división arrebatada por los Vaqueros de Dallas, repitieron la dosis a los texanos en la postemporada y continuar derribando a Green Bay en la final de conferencia.
Aquella noche de febrero, los Patriotas comenzaron arriba en el partido, pero fue en el inicio del cuarto episodio que los neoyorquinos remontaron y se pusieron arriba en el marcador por primera vez.
El último cuarto se convirtió en una dura batalla cuando la ofensiva de los Patriotas, lideradas por Brady, volvieron a poner los números a favor de los líderes de la Conferencia Americana.
Y cuando los Pats ya se hacían con su cuarto anillo en la historia, Eli Manning apareció para acercarse a la zona rival, primero con un pase de 32 yardas para Tyree y más tarde conectar a Burres.
La cuarta temporada del menor de los Manning, Eli, con los Gigantes de Nueva York, y con el receptor Plaxico Burres, quien ahora juega para los Jets, fueron la combinación clave que a minutos para que finalizara el partido, un lance de 13 yardas de Manning marcara el touchdown definitivo.
Fue así como Eli se convirtió en el segundo Manning en llevarse un Super Bowl, pues su hermano Petyon lo hizo una temporada antes con los Potros de Indianápolis.