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¿Niños afectados? Jugadores de Argelia buscan respuesta a 'dopaje'

Exfutbolistas de la selección de Argelia sospechan que se les administraron sustancias en los 80, y que eso dañó a sus hijos
dom 29 enero 2012 09:13 AM
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Mohammed Qassi Al Saeed, Mohammed Shoaib, Saleh Larbas, Jamal Manad y Tak Ben Sawlah jugaban futbol internacional para Argelia en la década de 1980.

Pero, además de ser compañeros de equipo en su selección nacional, los jugadores también comparten otro vínculo común: cada uno de ellos tiene un hijo que tiene problemas de salud mental .

Los jugadores dicen que sospechan que no es una coincidencia, sino una consecuencia directa de tomar sustancias para mejorar el rendimiento cuando jugaban por su país, sin su conocimiento o consentimiento.

Rashid Hanafi es una figura respetada en el deporte de Argelia. Es el presidente del Comité Olímpico de Argelia, pero alguna vez fue el médico de la selección nacional. Él admite que ocurrieron prácticas sospechosas durante la década de 1980.

“Cuando el ruso Gennady Rogov se hizo cargo como entrenador en 1981, ya no se me permitió mirar los registros médicos de los jugadores”, dijo Hanafi a CNN.

“Yo sospechaba que él estaba tratando de hacer algunas pruebas sospechosas, y es por eso que presenté un informe detallado al centro nacional de deportes y medicina de Argelia y al ministerio de deportes.

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“Pero me dijeron que no interfiriera en el trabajo del equipo ruso, por lo cual decidí renunciar.

“Si los entrenadores utilizaron fármacos en los jugadores, y si estos afectaron negativamente a sus hijos es algo que no puedo confirmar. Sin embargo, los rusos eran conocidos a finales de 1970 y principios de 1980 por su comportamiento sospechoso en el campo deportivo”.

Hanafi añadió: “No es necesariamente cierto que estos fármacos tengan un efecto directo en los niños, pero si nos fijamos en la situación en su conjunto, encontraremos que la mayoría de los hijos de los jugadores tienen problemas mentales”.

Rogov, que ya no está vivo, llevó a Argelia a una famosa victoria sobre Alemania en la Copa del Mundo de 1982. Los esfuerzos de CNN por contactar a cualquier médico que hubiera trabajado con el equipo de Argelia en aquel entonces no tuvieron éxito.

Sin embargo, ¿podrían estos jugadores y sus familias simplemente ser víctimas de una coincidencia?

El profesor Richard Sharpe, un científico de alto rango de la Unidad de Consejo de Investigación Médica sobre Ciencias de la Reproducción Humana, en Escocia, duda que algún fármaco para mejorar el rendimiento o los esteroides puedan ser transferidos a los hijos de esa manera.

“Es posible que puedas tomar un fármaco que pueda causar mutaciones del ADN y por lo tanto dar lugar a que los hijos nazcan con discapacidades”, dijo Sharpe a CNN.

“Pero creo que es extremadamente improbable que esto sucediera; y no conozco ninguna droga o sustancia que sea utilizada para mejorar la destreza deportiva que pueda ser transferida y por lo tanto causar estas alteraciones”.

Como Hanafi, ninguno de los jugadores puede probar que existe una relación directa, pero quieren respuestas a lo que les ha sucedido a sus hijos; y sus palabras son lo más conmovedor de todo.

Shoaib tuvo tres hijas que sufrieron de problemas de salud mental, y una de ellas, dice, murió como consecuencia de su condición. “Nadie puede entender nuestro sufrimiento”, dijo a CNN.

“Estoy sorprendido porque nunca tomé drogas en mi vida; a menos por supuesto que nos fueran administradas sin nuestro conocimiento y que los entrenadores rusos lo supieran”.

Y agregó: “Algunos años más tarde, me reuní con algunos de mis excompañeros de equipo y descubrimos que estábamos todos en la misma situación: yo, Qassi Al Saeed (su hija), Larbas (un hijo), Jamal Manad (tres hijos) y Ben Sawlah (hija). Todos jugamos al mismo tiempo, así que decidimos hacerlo público y averiguar por qué”.

Ninguno de los jugadores dio más detalles sobre esos problemas mentales, lo cual no es raro debido a los tabúes culturales que rodean al tema en esa parte del mundo.

El hijo de Larbas, Bilas, tiene ahora 12 años de edad. “Cuando nació, dije: 'Este es nuestro destino y debemos aceptarlo'”, dijo Larbas CNN. “No llegó a mi mente que esto pudiera ser algo relacionado con los fármacos, hasta que me reuní con los otros chicos.

“Recuerdo que los médicos rusos que solían supervisar nuestro tratamiento durante las sesiones de entrenamiento; todo lo que nos importaba era jugar y ganar. Sé que será difícil revelar la verdad sin pruebas suficientes, pero abrir una investigación es muy importante”.

Al Saeed también quiere respuestas.

“Yo creo en el destino, pero tener el mismo problema mental todos en el equipo es algo muy extraño”, dijo a CNN.

“No comprendo lo que el doctor Hanafi dijo que en términos de que no le permitían ver los archivos, lo que significa que un grupo de personas estaban haciendo algo en la oscuridad, pero no vamos a dejar de solicitar nuestro derecho a saber”.

Y agregó: “Mi segunda hija, Madina, nació en 1989. Cuando llegó a la edad escolar, me dijo: '¿Por qué no puedo ir a la escuela como las otras niñas?'. Yo no sabía qué decir, así que la abracé y lloré.

“¿Hay alguien en este mundo que prefiera el dinero y la fama y tener niños no saludables? Yo no lo creo, así que necesitamos respuestas inmediatas de las autoridades. Sabemos que la reapertura de este caso es difícil, pero tenemos que saber las razones que nos hicieron llegar a este punto”.

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