¿Cumplió con las expectativas el Super Bowl XLVI?
Su nombre es Super Bowl, pero no hay garantía de que la competencia de fútbol americano sea un superespectáculo. Afortunadamente, el juego que coronó ayer al campeón de la NFL en 2012 en Indianápolis sí estuvo a la altura de su muy publicitado apodo.
Incluso aunque no apoyaras a los Patriotas de Nueva Inglaterra o a los Gigantes de Nueva York , era fácil quedar atrapado en el drama que fue el Super Bowl XLVI.
Éste Super Bowl lo tuvo todo, desde su extraño inicio —en el que Tom Brady lanzó un pase a una zona en la que no había receptores, provocando un castigo que derivó en un safety, el equivalente a un autogol del futbol soccer que se penaliza con dos puntos—, el mariscal de campo de los Patriotas necesitaba llegar a la misma zona de anotación mientras el tiempo se agotaba, con el fin de lograr una remontada que hubiera salvado el juego, lo cual nunca se materializó.
Tuvo a la Chica Material, Madonna , quien montó un espectáculo que transportó a 68,000 aficionados en el estadio Lucas Oil y a miles de millones de televidentes en todo el mundo de vuelta a la década de 1990.
Hablando de espectáculos, si el astro de los Gigantes, Eli Manning no era considerado un quarterback de élite antes, lo es ahora. En agosto del año pasado, un reportero preguntó a Manning si se consideraba parte de la élite de los mariscales de campo de la NFL. Cuando descaradamente dijo que creía que estaba en la misma clase, algunas cejas se levantaron.
Esos mismos incrédulos no tuvieron más remedio que maravillarse ante el talento de un joven que diseñó su séptimo regreso de la temporada en los últimos 15 minutos del encuentro más importante del año. Manning nunca asimilará la adulación como individuo, y dirá que el equipo lo es todo para él, pero su segundo premio de jugador más valioso del Super Bowl habla por él.
El juego terminó siendo la cereza de un pastel que fue preparado durante toda la semana en la ciudad del Super Bowl.
La gente de Indianápolis debe estar orgullosa de lo que su comunidad logró. La décimo segunda ciudad más grande de Estados Unidos estuvo viviendo en grande durante la semana del Super Bowl y merecía una buena recompensa.
¿Decidirá la NFL celebrar el partido por el campeonato aquí nuevamente? Eso será decisión de los influyentes líderes de la liga.
A final de cuentas, es la gente la que hace especial un suceso como éste. La hospitalidad de Indianápolis es una forma de vida para las buenas personas que hacen de esta ciudad su hogar. Indianápolis desplegó una alfombra de bienvenida y somos afortunados de haber entrado por ella.
Las opiniones expresadas en este artículo pertenecen exclusivamente a Mark McKay.