Luis Suárez se niega a hacer las paces con Patrice Evra
El delantero del Liverpool, Luis Suárez, protagonizó otro incidente contra el jugador Patrice Evra, del Manchester United, a semanas de recibir una sanción por proferir insultos racistas contra el jugador franco-senegalés.
El astro uruguayo se negó a darle la mano a Evra este sábado, durante la ceremonia previa a un juego de la Liga Premier entre ambos equipos, en el primer encuentro cara a cara con Evra desde la suspensión de ocho juegos recibida en octubre pasado .
Suárez se disculpó este domingo, luego de duras críticas de grandes figuras del futbol inglés.
El entrenador del Manchester United, Alex Ferguson, llamó a Suárez una “desgracia”, mientras que el técnico del Liverpool, Ian Ayre, expresó su indignación por las acciones de su jugador.
“Estamos extremadamente decepcionados de que Luis Suárez no estrechó la mano con Patrice Evra antes del partido de ayer. El jugador nos dijo previamente que lo haría, pero luego escogió no hacerlo”, afirmó Ayre en el sitio oficial del club.
“Se le dejó absolutamente claro a Luis Suárez que este comportamiento no es aceptable”, dijo el técnico.
Suárez, quien anotó el único gol del Liverpool en la derrota 2-1 ante los Red Devils en el estadio Old Trafford, hizo pública su disculpa este domingo en la página en internet de su club.
“Hablé con el entrenador (Kenny Dalglish) desde el juego en Old Trafford y me di cuenta de que entiendo mal las cosas”, dijo el uruguayo. “No sólo lo decepcioné, sino también al club y lo que representa, y lo siento. Cometí un error y lamento lo que sucedió”, dijo Suárez.
“Debí haber estrechado la mano de Patrice Evra antes del juego y quiero disculparme por mis acciones. Quisiera dejar todo este asunto atrás y concentrarme en jugar futbol”, agregó el futbolista.
El incidente antes del juego aumentó las tensiones entre los archienemigos del futbol inglés. Hubo un incidente reportado en el túnel del estadio durante el medio tiempo.
En el silbatazo final, Evra celebró abiertamente la victoria de su equipo cerca de Suárez, lo que provocó una mueca de su entrenador, Alex Ferguson.