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Yao Ming: Todos quieren ser el próximo Jeremy Lin

Tras el retiro Yao Ming del basquetbol profesional, la irrupción de Jeremy Lin con los Knicks lo ubica como la nueva sensación en China
dom 26 febrero 2012 09:39 AM
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Cuando Yao Ming se retiró del basquetbol profesional hace siete meses, hubo temores de que los intereses de la NBA en el 1,300 millones de personas de China se redujera.

Pero ahora el excentro de los Rockets de Houston —uno de los jugadores extranjeros más exitosos en la historia de la liga— podría ser perdonado por haberse sentido como la estrella en China gracias a Jeremy Lin, el base de los Knicks con raíces en la China continental y en Taiwán.

“Aquí tenemos muchos atletas jóvenes y talentos apasionados del basquetbol”, comentó Yao a CNN este miércoles en una entrevista. “Todos ellos quieren ser el próximo Jeremy”.

“Pienso que pueden identificarse más con Jeremy porque son de talla más parecida”.

Para Yao, de 31, que alcanza los 2.29 metros de altura y que continúa como una presencia impresionante sobre la duela, el talento natural de Lin, más que dar una excusa por su promedio más bajo de 1.91 metros, es una referencia en la liga.

“La parte fácil es encontrar un jugador de basquetbol fuerte, tengo el tamaño: Shaquille O’Neal: grande y fuerte; Kobe, Lebron, todos esos nombres”, dijo. “Jeremy tiene un coeficiente intelectual de basquetbol, eso no se puede programar”.

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“Él es la clase de jugador con quien me gustaría jugar si todavía siguiera en esto, es un jugador en equipo y a todos les gusta su manera de ganar”, añadió. “Honestamente, hizo mucho más de lo que esperaba”.

Lin, de 23 años, conocido hace poco como un jugador de reserva en la banca de los Knicks, ha estado lidereando a su equipo hacia una oleada de victorias recientes sin sus estrellas conocidas, logrando un promedio de 20 puntos y ocho asistencias en seis juegos sucesivos.

Al otro lado del mundo, la base de fans de Lin en Sina Weibo, el máximo sitio microbloguero de China, ya le pegó a la marca de los dos millones, cuatro veces el número de sus seguidores en Twitter.

Dentro del estadio Yuanshen el miércoles en la noche, en medio de la ovación a Yao, dueño de los Sharks de Shangai, en un justa muy reñida, los entusiastas locales del baloncesto dieron una enorme muestra de aprobación con pulgares arriba a un jugador lejos de su cancha.

“Jeremy Lin es grandioso”, dice un hombre con un tono exagerado. “Juega tan bien, muchos chinos lo aman”.

Otro más dijo: “Nació en Estados Unidos, pero su sangre es china”.

Haciendo eco de este seguidor, los medios de comunicación chinos para disgusto de su contraparte taiwanesa, fueron rápidos en aclamar a Lin, cuyos padres migraron de Taiwán pero que tiene raíces familiares en China continental.

Los dos lados se separaron después de la guerra civil china en la década de 1940, pero el gobierno de Beijing considera a Taiwán como una provincia renegada que debe volver a ser parte del continente.

Sin embargo, el diplomático de los deportes, Yao, tiene una respuesta simple para resolver este polémico tema acerca de la identidad de Lin: “es un gran jugador de basquetbol”.

Dejando la política de lado, las comparaciones entre ambos parecen inevitables.

Nativo de Shangai, Yao creció dentro del sistema de deporte patrocinado por el estado chino y, en medio de mucha fanfarria, fue contratado por los Rockets en 2002 como lo máximo, lo mejor de lo mejor de la NBA. La liga le pagó 93 millones de dólares durante su carrera de nueve años. Yao alcanzó un promedio de 19 puntos por juego y obtuvo los votos como el jugador All-Star ocho veces.

Lin, nacido y criado en California, fue ignorado por la mayoría de los equipos de la NBA hasta que los Knicks lo solicitaron. Incluso con su reciente estrellato, el graduado de Harvard gana mucho menos que muchos de sus compañeros de equipo.

A pesar de sus caminos diferentes en el basquetbol profesional, los dos quedaron ligados por experiencias culturales similares, después de conocerse en un evento de caridad organizado por Yao, hace dos años.

“Les da mucha esperanza a los niños que tienen los mismos antecedentes que él: asiático-estadounidenses, segunda generación o tal vez tercera”, dijo Yao acerca de los recientes logros de Lin.

“Pueden seguir su huella y tener más confianza cuando jueguen basquetbol”.

En tanto que los dos han sido reconocidos como pioneros, hay quienes argumentan que será difícil para alguien pueda llenar el vacío que dejó Yao, cuya popularidad ayudó a la expansión de la NBA a lograr inmensos avances en la nación más poblada del mundo.

“No creo que nadie en la NBA, desde la perspectiva china, pueda llegar a convertirse en una estrella más grande que Yao”, dijo el comisionado de la NBA, David Stern al Daily China, el periódico oficial del país en inglés, a principios de este mes.

Yao fue el primero, el más grande y el más exitoso, y siempre tendrá un lugar especial en el corazón de los fans chinos de la NBA”.

“(El éxito de Lin) fue maravilloso para nuestra liga… pero no quiero sobrecargarlo con expectativas", agregó.

“Tenemos que ver qué hace en los siguientes 300 juegos antes de hacer cualquier juicio”.

Yao, sin embargo, parece que ya está definido con respecto a Lin. Los dos hablan por teléfono o intercambian mensajes después de los juegos del más joven.

“Sé que la gente cree que yo le doy consejos, pero en realidad no es así”, comentó Yao con risa. “Sólo lo felicito y le digo que me da gusto por él”.

“Le he dicho que lo apoyo y que soy uno de sus grandes fans”.

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