La lucha se transforma en sueños de fama y fortuna en África

En la mayor parte de África, el futbol reina entre los deportes, pero en Senegal las luchas comienzan a retar esta popularidad. Las luchas, brindan entretenimiento y ejercicio, y ofrecen a los jóvenes sueños de fama y fortuna.

La popularidad de las luchas en Senegal genera un gran negocio. Para las superestrellas de este deporte las ganancias pueden ser enormes, los nombres más famosos ganan hasta 200,000 dólares por pelea. En un país donde el desempleo alcanza hasta el 50%, algunos jóvenes lo ven como una manera de salir de la pobreza.

Gris Bordeaux es una estrella en Senegal, un campeón de la lucha que también enseña en una escuela de lucha en la capital, Dakar.

Bordeaux dice que la lucha es una disciplina mental y también física, y que alcanzar la cima de su profesión toma dedicación.

“Se trata de hacer sacrificios”, dice Bordeaux. “Requiere entrenamiento y meditación; tu manera de pensar es importante. Tienes que educarte bien”.

“No todos los luchadores pueden cumplir sus sueños, porque en un nivel más alto son pocos los que llegan a donde estoy. Necesitas enfocarte en el deporte; de casi 5,000 luchadores sólo 10 lo lograrán”.

Bordeaux afirma que la lucha cambió su vida, otorgándole éxito y salud.

“Lo que sé es que me ha dado muchas oportunidades”, dice. “Me ha abierto las puertas porque soy capaz de cuidarme a mí mismo y a mi familia y, especialmente, me ha permitido ayudar a los jóvenes de mi comunidad”.

Es quizá un deseo de imitar la apariencia de Bordeaux; así como un deseo de mantenerse en forma, lo que motiva a los jóvenes de Senegal a trabajar duro en las playas de Dakar.

A falta de dinero para usar un gimnasio, algunos hombres construyen un gimnasio improvisado.

En las playas públicas de la ciudad han puesto bancas de entrenamiento, usando todos los materiales que puedan; ya sean neumáticos o ruedas cargadas con piedras para hacerlas más pesadas.

Algunos de los que entrenan en la escuela de Bordeaux o que levantan pesas en la playa pueden, algún día, entrar al circuito de la lucha profesional, ganándose el derecho a vestir los trajes tradicionales de los luchadores.

Bordeaux describe los trajes como arte. Dice: “La forma en la que nos vestimos demuestra armonía; nos vestimos para la pelea y nos volvemos diferentes. Cuando uso el atuendo completo para una pelea, ¡no me reconocerías!”.