El jugador 'irrelevante' del 'draft'de la NFL tiene privilegios únicos
Los fanáticos de la NFL esperan con ansiedad. Se preguntan: ¿a quién elegirán los Potros de Indianápolis el día del draft de la NFL? ¿Será Derek Moye, de Penn State? ¿Tal vez Isaiah Frey, esquinero de la Universidad de Nevada? También podrían ser Marquis Maze, de la Universidad de Alabama, y Nick Provo, de Siracusa.
Si estás confundido y crees que soy tonto o te preguntas: "¿No eligieron ya a Andrew Luck?". Está bien. Tal vez no comprendas lo importante.
El llamado Mr. Irrevelant (Señor Irrelevante) es lo importante. Eso es lo que Paul Salata, exreceptor abierto de la NFL, ha intentado difundir los últimos 37 años. Desde 1976, Salata ha sido anfitrión de la Irrelevant Week (Semana Irrelevante), un evento de caridad en honor al último jugador seleccionado en el draft de la NFL . Este año, los Potros tienen la elección 253.
Salata, de 85 años, en muchos sentidos se considera desamparado y dice que comenzó los honores al Mr. Irrelevant como una manera de celebrar a los héroes olvidados del juego: los gerentes de los equipos, los entrenadores asistentes, los chicos en prácticas que se esfuerzan por ser de los últimos elegidos.
"Pensé que esto era una cuestión de equipo, y a veces los medios solo hablan de los mariscales de campo, de los anotadores, de los genios de defensa, etcétera", dijo este jueves durante una entrevista telefónica desde Nueva York, donde se encuentra para el draft.
A pesar de ser exfutbolista y actor de Hollywood, Salata conoce bien lo que es pasar desapercibido. Creció en la pobreza, con siete hermanos, en el sur de California; ahí acudió a la USC y jugó como ofensivo en la posición de tight end, que por lo general está en la banca.
Después de la universidad, Salata —de 1.88 metros de altura y 87 kilogramos fue a jugar con los 49es de San Francisco, antes de unirse a los Potros de Baltimore, donde jugó como receptor abierto y junto con el futuro miembro del Salón de la Fama, Y.A. Tittle, en 1950.
Cuando quebraron los Potros de Baltimore, los Acereros de Pittsburgh seleccionaron a Salata en la décima vuelta, pero optó por ir al norte y jugar en la Liga de Futbol Canadiense, donde fue estrella en su primer año, retirándose al siguiente.
Terminó su carrera en la NFL con 50 recepciones, para 618 yardas y cuatro touchdowns. Si eso no habla de su importancia dentro del campo de juego, se puede pagar $17 dólares por una de las tarjetas de futbol de Salata de 1950. La tarjeta de Tittle del mismo año cuesta aproximadamente $150 dólares.
En su faceta de actor, Salata apareció en 16 películas, incluidos clásicos como Los diez mandamientos y Cantando bajo la lluvia, aunque según IMDB, en 11 de sus actuaciones no se le dio el crédito.
¿Ya te diste una idea de por qué este hombre reconoce a los desdeñados del draft?
El patio de recreo del Mr. Irrelevant
Cualquiera que resulte seleccionado la pasará como nadie este verano en Newport Beach, California. La hija de Salata, Melanie Fitch, de 57 años, quien en 1986 fue la CEO de la semana dedicada al Mr. Irrelevant, dijo que la celebración está diseñada para superar expectativas.
Es cuestión de preguntarle al ganador de 1997, Ronnie McAda, cadete de West Point, quien llegó a los festejos en un lanzador de misiles móvil del Ejército.
Al ganador se le permite llevar a un amigo o familiar durante las festividades, dijo Fitch. El límite se puso después de que los organizadores del 2001 instituyeran la Regla Ofahengaue, luego de que el ofensivo de la Universidad Brigham Young, Tevita Ofahengaue, llegó a la celebración con 62 familiares procedentes de su natal Tonga. Salata los hospedó en el hotel Marriott.
Mr. Irrelevant y su invitado pasan la semana dando conferencias de prensa y reciben montones de regalos, entre ellos un reloj de oro por parte del comisionado Roger Goodell. Un banco local también emite un cheque a un día de interés por la cantidad de un millón de dólares, por lo que el jugador elegido puede sentirse como millonario por un día.
"También recibe el jersey de cada equipo de la NFL, por lo que si no se queda con el equipo, estará listo para jugar con cualquier otro", dijo Fitch.
Hay fiestas en la playa, asados, porristas, música en vivo, un desfile, quizá un torneo de golf y una regata. Se contratan a groupies que lo siguen a todos lados. Irá a Disneylandia, al estilo del jugador más valioso del Super Bowl. En ese lugar podría lanzarle un pase a Goofy o taclear a Mickey, dependiendo de la posición que juegue, dijo Fitch.
El ganador de este año también tendrá que aplanar el campo de juego durante un partido de beisbol de los Angelinos de Anaheim.
"Aplanará el campo en lugar de lanzar la primera bola, ya que eso le concedería importancia", dijo Fitch, haciendo recordar el buen humor que caracterizaba a su padre.
En un banquete celebrado en su honor, Mr. Irrelevant será presentado con el Trofeo Lowsman. Parecido al Heisman (el trofeo más prestigiado del futbol universitario) , con excepción de que la estatuilla tiene una cara de "¡oh, maldición!", mientras deja caer el balón. Fitch se burla de la comparación.
"Es más exclusivo tener un Lowsman. (El ganador de este año) es la trigésimo séptima persona en conseguirlo, mientras que hay toneladas de ganadores del Heisman", dijo.
En realidad hay 76 ganadores del Heisman. Con un peso promedio de 100 kilos por jugador (véase sin ninguna base científica) suman 7,600 kilos.
Así que Fitch tiene razón. Hay casi ocho toneladas de ganadores del Heisman.
Una lámpara mágica
El jugador dicta algunas de las actividades de la semana, dijo Fitch. Le han llegado algunos ganadores que querían aprender a surfear; otros andar en jet ski, y uno que amaba los coches deportivos, ante lo cual Fitch alquiló un Lamborghini para que jugara con él durante toda la semana en Newport Beach.
“Hacen cualquier cosa que se les ocurra, y mi tarea es hacer que eso se haga realidad”, dijo.
A veces, el jugador quiere conocer a celebridades. Antes pidieron reunirse con los actores Halle Berry y Will Ferrell, dijo Fitch, y señaló que el Mr. Irrelevant “por lo general quiere conocer a alguien divertido o con buena figura”.
Ramzee Robinson, el homenajeado de 2007, quería ir a bailar en Los Ángeles, por lo que Fitch dijo que armó un recorrido en la ciudad con Paris Hilton.
Al año siguiente, David Vobora quería conocer a las protagonistas del programa The Girls Next Door, por lo que Fitch metió al linebacker de Idaho en la Mansión Playboy, para una fiesta con la señorita junio y para cenar con Hugh Hefner.
Ella sonrió al recordar un encuentro con los inquilinos antes de la llegada de Vobora. "Levantaron las manos y uno me dijo: ‘¡Voy a llevarlo a la Mansión Playboy’”, dijo. “Vaya sacrificio”.
La anécdota favorita de Salata sobre esta festividad ocurrió en 1983, dijo. El elegido era John Tuggle, quien había jugado para los Osos de California en 1982, equipo responsable de lo que se conoce en los círculos futbolísticos como la jugada.
Los Osos enfrentaban a sus rivales, Stanford Cardinal, quien tomó una ventaja de 20-19 con cuatro segundos en la pizarra. En la siguiente patada de salida, los Osos llevaron a cabo una serie de cinco pases laterales para eludir a los defensores de Stanford, pero la excesivamente optimista banda musical de este equipo ya había ingresado a la cancha.
Kevin Moen, de los Osos, atrapó el último pase, del lado de los músicos caprichosos, y le aventó el balón al trombonista Gary Tyrrell, lo que pasó a convertirse en una de las jugadas más surrealistas y controvertidas en la historia del futbol americano.
"Papá dijo: ‘Quiero encontrar al trombonista’”, relató Fitch.
Salata le dijo a Tyrrell que lo quería en la Semana Irrelevante, por lo que podría “estar como invitado y tocar la canción de lucha en cuestión”.
Unas semanas más tarde, Tyrrell y los organizadores estaban en la pista cuando llegó el avión de Tuggle. Cuando el jugador bajó, Salata le dio entrada al músico para entonar la canción de lucha; el trombonista ejecutó una serie de notas poco elegantes, las cuales sonaban más como una sirena descompuesta. Tyrrell lo volvió a hacer en una conferencia de prensa para Tuggle.
“Fue algo que nunca habíamos escuchado. No sonaba como la canción de lucha”, dijo Salata. Separó a Tyrrell y lo regañó: "Me voy a enojar contigo porque llegamos a un acuerdo. Esto nos cuesta dinero”.
Tyrrell respondió tímidamente: ”señor Salata, estoy tocando la canción de lucha de Stanford. Soy tercer trombón, y esa es mi parte”.
Un pequeño problema
Pero no siempre ha sido tan divertido, dijo Fitch, al explicar que le dejó un mal sabor de boca el manejo que hicieron en el 2005 los Patriotas de Nueva Inglaterra. Los Pats eligieron a Andy Stokes en la selección 225 del draft en aquel año, pero el entrenador Bill Belichik en un inicio se negó a dejar que el ala cerrada acudiera a la Semana Irrelevante.
“A Belichik le gusta hacer sus propias reglas y sus propios tratos”, dijo. “Estoy segura de que no soy la primera persona que queda sorprendida por (la actitud de) Bill Belichik”.
Pero ella no se iba a detener por un entrenador renegado que no distinguía la diversión, por lo que llamó a la oficina de la NFL, la cual ordenó a los Pats que dejaran a Stokes asistir al festejo. El equipo aceptó, pero solicitó a Fitch acortarla para que Stokes pudiera regresar a una práctica programada para un miércoles a las 7:30 de la mañana.
Algunos de los contactos de Fitch en los medios le dijeron que los Patriots no tuvieron práctica ese día, pero no quiso insistir en el tema. Reprogramó los eventos, agendó la presentación del Lowsman para el martes por la noche y llegó a un acuerdo para facilitar los trámites de seguridad del aeropuerto y un jet privado, así como para que el jugador fuera escoltado por la policía en su camino a la terminal aérea y llegara a tiempo.
Cuando Stokes llegó a la práctica, las instalaciones estaban cerradas y no había un alma en el campo de juego, dijo Fitch.
"Belichik echó a perder la Semana Irrelevante", dijo. “Simplemente no se percatan de lo irrelevante que es esto... Quiero decir, de lo importante que es esto".
Fitch dijo que no guarda resentimientos, pero que espera que “los Patriotas lo hagan bien y no tengan la última selección, porque entonces probablemente me inclinaría por la penúltima selección”.
Eso podría ser una decepción para la NFL, debido a que la liga apoya la festividad: Salata anuncia la última selección el día del draft, acontecimiento avalado desde principios de la década de 1990.
A través de un comunicado, el vocero Michael Signora expresó el cariño que guarda la liga por la alegría de Salata. "Ser seleccionado en el draft de la NFL es un gran logro, ya sea que uno resulte el primer jugador de la selección o el último en ser elegido. Paul ha encontrado una manera única de celebrar este hecho con el nombramiento del Señor Irrelevante”.
“Siempre me enterado de lo bien que se la pasan los jugadores durante su experiencia en Newport Beach, y deseamos seguir de cerca el desempeño del Sr. Irrelevante de este año, en tanto se involucra con su nuevo equipo”.
Poniéndole sentido a lo que no tiene
Salata dijo que le encanta la idea de hacer que la última selección se sienta tan importante como la primera. El lema de la Semana Irrelevante es: "Hacer algo bueno por alguien sin razón alguna".
También le encanta que la celebración le permita ser parte de uno de sus pasatiempos favoritos, es decir, la caridad. Cuando diseñó esta idea, la mayor parte del dinero venía de su bolsillo, pero ahora recibe donaciones por parte de la comunidad de Newport Beach. También hay patrocinadores y cientos de personas pagan pequeñas sumas de dinero con tal de ir a los eventos.
En 37 años, la Semana Irrelevante ha entregado más de un millón de dólares a la caridad, y a Salata le gusta ver su dinero en acción. En lugar de solo enviar cheques a las fundaciones de caridad, le gusta hacer cosas más tangibles, como comprar prótesis para la organización Deportistas con Discapacidad de Estados Unidos.
El principal beneficiario de este año es el Gimnasio de la Buena Voluntad, ubicado en el condado de Orange. Piensa utilizar los fondos del 2012 para comprar aparatos que ayuden a personas con lesiones en la médula espinal, entre otras medidas.
Pero a pesar de toda la diversión y el buen karma, una serie de sorprendentes eventos en los últimos años amenazan la esencia de la creación de Salata. Durante décadas, la inmensa mayoría de Mr. Irrelevants han sido liberados por los equipos de la NFL o enviados a jugar a Canadá o Europa (Bill Kenney, mariscal de campo Pro Bowl, es la excepción más notable), aunque los últimos cinco ganadores han tenido algo de éxito.
Ramzee Robinson (2007) es jugador de los Broncos de Denver ; David Vobora (2008) es agente libre, aunque los medios locales le piden a gritos a los Halcónes marinos que extiendan su contrato; Ryan Succop (2009) empató el récord para un novato en el porcentaje de tiros de campo y el año pasado firmó una extensión de contrato por 14 millones de dólares con los Jefes de Kansas City; Tim Toone (2010) se sumó este año al seleccionado Robinson con los Broncos de Denver, y Cheta Ozougwu (2011) sigue en la lista de posible de los Texanos de Houston.
Por decirlo de otra forma. ¿Podría ser que las últimas selecciones en el draft de la NFL se están haciendo (¡glup!) relevantes?
Salata se ríe y dice que cuando en 1976 inició la Semana Irrelevante, hubo 17 vueltas en el draft. Ahora hay siete, y durante este periodo la NFL ha añadido siete equipos de expansión.
"Es simple aritmética. Hay más equipos y menos selecciones”, dijo.
Cuando se le preguntó si podría tener que cambiar el nombre de su ceremonia de entrega en caso de que los homenajeados sigan en la lista de los equipos y firmando extensiones de contrato por varios millones de dólares, comentó que la idea ha sido divertida, pero que tiene la sensación de que fue solo una broma.
“Eso ya se habló”, dijo. “Cuando Ryan en Kansas City logre 14 millones de dólares, esto sin duda lo convierte en relevante”.