Gustavo Ayón, satisfecho con su primera temporada en la NBA
El delantero mexicano Gustavo Ayón vivió cuatro meses intensos desde su llegada a los Hornets de Nueva Orleáns y ser el tercer mexicano en la historia en las duelas de la NBA.
Sin embargo, a los Hornets no les alcanzó para colarse a los playoffs con 45 derrotas, una marca nada mala en comparación con la de los Bobcats de Charlotte, de Eduardo Nájera, que terminaron como el peor equipo de la temporada con tan solo siete triunfos.
A Gustavo le aguardan unas breves vacaciones tras finalizar su primera campaña, en las que el mexicano vislumbra una larga preparación para regresar con su equipo y mejorar en su segunda campaña lo que logró en su año debut en la mejor liga de basquetbol del mundo.
Para Ayón, su primer temporada fue importante luego de acumular un promedio de 20 minutos de juego, superando la marca de 18 que su compatriota Eduardo Nájera tiene en total en toda su carrera.
En febrero, el mexicano destacó en la duela al tener juegos con más de 10 rebotes y 10 puntos, además de que fue el mes en el que salió de titular la mayor parte de los juegos, aunque considera que hay puntos a trabajar a partir de este verano con respecto a la exigencia física que exige la NBA y que en marzo le trajo una baja productividad.
“Esta fue una etapa diferente a todas las que he vivido, claro que superé las expectativas con respecto a los minutos jugados, en los cuales, siento, que hubo muchos que los aproveché bastante bien y en otros los desaproveché, por eso voy a comenzar a entrenar lo antes posible para que no pase eso la próxima temporada”, dice Gustavo Ayón a CNNMéxico.
El basquetbolista vivió cuatro meses con muchos cambios en su vida profesional y personal. Se mudó sin su esposa a Nueva Orleans para irse adaptando a su nueva realidad y a finales de marzo nació su primer hijo, con lo que su perspectiva de vida ha cambiado mucho.
“Estos meses fueron muy rápidos, se pasaron volando. Al inicio de la campaña no veía toda la magnitud que es la NBA y en estas semanas tuve la oportunidad de aprender muchas cosas. Ahora, con el nacimiento de mi hijo, la vida te cambia por completo porque ya todo gira alrededor de tu bebé y se convierte en tu principal aliciente”, apuntó.
Entre las experiencias, el jugador nacido en Nayarit dice que no se desesperó cuando al inicio de campaña no tuvo muchas oportunidades de mostrar su potencial. Ante las adversidades del equipo, por sufrir las bajas por lesión de varios de sus integrantes, Ayón fue titular en 24 de los 54 encuentros que disputó, teniendo actuaciones sobresalientes en febrero, con tres partidos de más de 10 rebotes y cinco con más de 10 puntos.
“Cuando no recibí muchas oportunidades no me desesperé, ya había vivido experiencias similares cuando jugué con los Halcones en México y en España de no tener minutos de juego. Antes me desesperaba por esta situación, pero aquí en la NBA prefería no estresarme y esperar mi oportunidad, que llegó en febrero y la aproveché muy bien”.
Después de una temporada marcada por la exigencia de disputar 66 partidos en cuatro meses como consecuencia del paro laboral, el nayarita finalizó con promedios de 20.11 minutos por encuentro, con 5.9 puntos y 4.9 rebotes.
No le da mucha importancia a los juegos en los que tuvo sus mejores actuaciones ante el Thunder de Oklahoma City, el 25 de enero, cuando terminó con 16 puntos, o frente a los Cavaliers de Cleveland, el 22 de febrero, cuando fue el mejor con 17 rebotes.
"Esos fueron buenos partidos, pero no me importaba cuántos puntos o rebotes conseguía. Igualmente tuve partidos con menos puntos y rebotes y no por eso era el peor. En general siento que fue una buena temporada la que viví, pero debo mejorar algunas cosas", señaló Ayón.
El delantero mexicano apuntó al desgaste físico que se se vive en la duela al enfrentar a jugadores que son más pesados, por lo que trabajará en subir su masa muscular. Aunque señaló que nunca le dio nervios enfrentar a estrellas como Kobe Bryant, Tim Duncan o LeBron James en la duela.
"No me sentía nervioso por enfrentar a nadie en especial, siempre sentía el nervio pero por jugar, como me pasó en la UPAEP (Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla), o con los Halcones o España. A lo mejor en la NBA son más difíciles los partidos y cada noche son una prueba de superar las expectativas", concluyó el jugador.