¿La familia o la F1? La piloto María de Villota escoge la pista
Para cualquier mujer profesional, encontrar el balance correcto entre trabajo y familia nunca es una tarea fácil.
Y cuando tu trabajo es correr en la Fórmula Uno para vivir, el salto entre la rutina diaria y los bebés se siente mucho más amplio.
Es un acto de malabarismo que algún día Maria de Villota enfrentará; sólo que tiene que hacer primero algunas cosas en la pista.
De Villota se convirtió en la primera mujer en la Fórmula Uno en 20 años después de unirse al equipo ruso Marussia en marzo, como piloto de prueba.
Ahora trabaja junto a la alineación recién formada de Marussia, con el veterano alemán Timo Glock y el novato francés Charles Pic, y planea ponerse detrás del volante durante la temporada 2012.
La española, de 32 años, admite que ha sido un duro camino para llegar allí y no va a renunciar a este sueño por un bebé en un futuro cercano.
“Mi familia es enorme y todo el tiempo estamos juntos. Por supuesto, me gustaría tener lo mismo. Si tienes un bebé, no sé cómo mi cuerpo, mi mente, va a reaccionar”, dijo a CNN.
“Si un día tomo esa decisión, me aseguraré de que todas mis metas en la pista las haya alcanzado. Necesito asegurarme de lo que estoy pensando; que es ser competitiva y no tener un niño pequeño esperando por mí a que llegue a casa”.
Pero De Villota es la prueba de que los niños se pueden mezclar con la pista, creciendo como la hija del expiloto de F1 Emilio de Villota.
“Fue un piloto a finales de los 70 y principios de los 80 y solía ir a verlo correr. Recuerdo el momento cuando me decía, ‘por favor sostén el casco’. Era realmente bueno tener esa oportunidad de estar cerca de él”, dijo.
“Creo que no quería que fuera una piloto pero al final sólo quería ser como él”.
Considerando a su familia, no es sorpresa que De Villota tomara la pista a una edad temprana, una experiencia que le dio una probadita de su trabajo soñado.
“Mi carrera en las pistas comenzó en Madrid, donde nací, en una pista de go-karts”, dijo.
“Recuerdo que era Navidad y mi hermano tenía un go-kart y yo corría por primera vez ese día. Tenía cinco años y me fui hasta adelante. Él estaba llorando y diciendo, ‘estás loca, no voy a compartir nada contigo nunca más’”.
De Villota es la primera mujer en ser parte de la élite del automovilismo desde que la italiana Giovanni Amati entró a tres grand prix con Brabham en 1992, pero no pudo calificar para una carrera.
Sólo semanas después de que De Villota firmara con Marussia, la británica de 29 años Susie Wolff se unió a Williams como piloto de prueba. Wolff es sólo la séptima mujer piloto en la F1 en los 60 años de historia del deporte y su reclutamiento, junto con el de De Villota, fue visto como un paso adelante importante en la división de género.
A pesar de eso, no ha sido un camino fácil.
“Ser una mujer no me detuvo. Me di cuenta que podía hacerlo y hacerlo bien”, dijo De Villota.
“La resistencia ha sido dura porque no somos tan fuertes como los hombres. Tengo que trabajar realmente fuerte para asegurarme de que puedo ser lo suficientemente fuerte para correr en la Fórmula Uno”.