Con un entrenador de prestigio, China se anota un gol
El nivel de la Súper Liga China ha subido en los últimos 12 meses, ante la llegada de varias estrellas de futbol de alto perfil con grandes contratos.
La tendencia continuó este miércoles con el anuncio de que el entrenador ganador de la copa del mundo en 2006 con Italia, Macello Lippi, tomará las riendas del ambicioso Guangzhou Evergrande en un contrato de dos años y medio.
"Me envió un asistente para que viera los partidos del club, lo que hizo que me decidiera", dijo el director técnico de 64 años en una conferencia de prensa difundida en vivo en la televisión estatal china. "Estoy muy entusiasmado de venir a China".
Lippi tiene un récord impresionante como entrenador, ya que dirigió al Juventus en cinco títulos de la Serie A Italiana y la Liga Europea de Campeones en 1996.
Guangzhou, el actual campeón de China, comenzó a gastar dinero el año pasado al firmar al jugador argentino Darío Conca, del Fluminense de Brasil, por una transferencia récord en el país.
Además de Conca, fue contratado el exdelantero francés Nicolas Anelka, quien tras una carrera prolífica en Europa cambió en enero al Chelsea por el Shanghái Shenhua.
El paraguayo Lucas Barrios —quien jugó en el equipo mexicano Atlas— proveniente el Borussia Dortmund, de Alemania, se convertirá en el último fichaje del Guangzhou el 1 de junio, por una cuota que opaca a la que pagaron por Conca.
¿Pero qué llama la atención de nombres estelares hacia un país con una herencia futbolística limitada?
"Hay cosas que están pasando en el futbol chino, pero todavía falta mucho", dijo a CNN el experto en futbol asiático, John Duerden.
"No puedo imaginar que Lippi siempre haya estado desesperado para trabajar en la Súper Liga China, aunque China es un lugar fascinante y algunas de las ciudades son fantásticas".
El antiguo entrenador Lee-Jang logró el éxito del Guangzhou, llevando al club de la segunda división al título de Súper Liga en 2011 y a la Liga de Campeones de Asia.
Pero Duerden considera que el perfil de Lee no es suficiente para un club con grandes ambiciones.
"Todo se trata del nombre", dijo. "Mientras que Lee es bien visto en China y en el este de Asia, fuera de la región no tiene mucha presencia. Contratar a Lippi manda el mensaje de que el Guangzhou quiere ser el primer superclub de Asia".
Duerden dijo que el aumento en el gasto en futbol en China ha sido financiado por figuras políticas poderosas, pero que puede ser perjudicial para el futuro del deporte en el país.
"La chispa se debe a la política, poder y conexiones. La siguiente generación de líderes en China, incluyendo al próximo presidente son fanáticos del futbol, y es una forma grandiosa de que los líderes en los negocios se acerquen a los que toman decisiones", explicó.
"Hay una gran desconexión entre lo que el juego necesita en realidad y lo que está obteniendo. Hay menos de 10,000 jugadores registrados de menos de 12 años en China (Japón, con un décimo de su población, tiene más de 300,000) y tienes que preguntarte qué cantidad similar de dinero gastarían si invirtieran en las bases".
Desde que llego a Shanghái, Anelka ha visto cambiar su papel en Shenhua. El mes pasado, el jugador de 33 años fue añadido al personal del exentrenador del Fullham, Jean Tigana.
Tigana luego renunció a su puesto, dejando el camino para que Anelka asumiera un sorpresivo papel de jugador-entrenador.
"La situación es muy caótica en Shanghái y el equipo es algo mediocre", dijo Duerden. "Se gastó mucho dinero en nuevos delanteros pero lo que realmente necesita el equipo son mediocampistas", afirmó el especialista.
"Él (Anelka) parece comprometido y está empezando a hablar con la prensa un poco más. También tiene el respeto de los jugadores, por obvias razones, y parece tomarse el papel de entrenador muy en serio".