La seguridad en Londres 2012 será como la que se aplica en los aeropuertos
Los espectadores que acudan a alguna competencia olímpica en Londres este verano vivirán una "sensación similar" a la de entrar en un aeropuerto, relataron este miércoles los responsables del sistema de seguridad que blindará la capital británica durante los Juegos.
El secretario de Estado de Seguridad del Reino Unido, James Brokenshire, explicó ante la prensa que Londres ha preparado un dispositivo de 24,000 personas entrenadas para afrontar "desde un ataque terrorista, a un gran accidente o circunstancias climatológicas extremas".
Uno de los puntos clave del dispositivo serán los accesos a los recintos deportivos, donde los espectadores pasarán por detectores de metales y serán sometidos a registros exhaustivos en busca de objetos peligrosos y líquidos.
"La misma metodología que se utiliza en los aeropuertos, donde todo lo que entra debe ser registrado, se aplicará en los estadios. Los espectadores tendrán una sensación similar", explicó el director ejecutivo del Comité Organizador (LOCOG), Paul Deighton, quien subrayó que no se podrá acceder a los recintos deportivos con bebidas.
Para prevenir problemas de deshidratación entre el público, la organización se ha comprometido a suministrar agua de manera gratuita, al tiempo que ha recordado que se podrán adquirir bebidas y alimentos en los establecimientos del Parque Olímpico.
Según la lista de precios hecha pública este miércoles por el LOCOG, una botella de refresco costará 2.30 libras (3.5 dólares) en el interior de los recintos deportivos, mientras que las cervezas estarán marcadas a un precio de 4.20 libras (6.5 dólares) y una copa de vino tinto a 4.80 libras (7.4 dólares).
"Para ayudarnos, los espectadores tendrán que ser puntuales y deberán evitar llegar a los estadios con grandes bultos, lo que puede retrasar los controles", dijo Deigton, que indicó que las filas para acceder a algunos recintos se alargarán hasta 20 minutos.
Además de posibles amenazas terroristas, el coordinador del plan de seguridad olímpica, Chris Allison, de Scotland Yard, apuntó a las posibles protestas que diversos grupos de activistas podrían organizar durante los Juegos Olímpicos como una de las mayores preocupaciones de las fuerzas de seguridad británicas.
"La democracia otorga el derecho a protestar, pero debemos ser claros, eso no significa que se puedan interrumpir unos Juegos Olímpicos. Cualquiera que tenga pensado manifestarse durante esos días debe ponerse antes en contacto con nosotros. Por el momento nadie lo ha hecho", explicó Allison.
El dispositivo de seguridad para Londres 2012, que se celebrarán del 27 de julio al 12 de agosto, incluye la participación de 7,500 militares, que darán apoyo a la policía y a los agentes de seguridad privada desde diferentes ámbitos, pero que no patrullarán por las calles de Londres.
Brokenshire recalcó que el plan de seguridad, que tendrá un coste total de 553 millones de libras (858 millones de dólares), está pensado para dar "poca visibilidad" a los miles de agentes que vigilarán Londres, para tratar de "fomentar el espíritu festivo en la ciudad", así como evitar "entorpecer" el desarrollo de la competencia.
En ese sentido, Allison subrayó que la seguridad que rodea estos días a la antorcha Olímpica en su recorrido alrededor de Gran Bretaña es un buen ejemplo de cómo se puede "velar por la seguridad del público sin que las medidas parezcan abrumadoras".