El peregrinaje de los australianos para ver a Black Caviar en Inglaterra
En la vida, algunas cosas son seguras: la muerte, los impuestos y Black Caviar.
Para los apostadores, la duda no radicaba en si Black Caviar ganaría la competencia del Jubileo de Diamante en el Royal Ascot, sino por cuánto.
Tan popular fue la poderosa yegua con los punteros, que una inversión de un dólar te pudo haber hecho ganar 20 centavos, suponiendo que quien fija las apuestas hubiera sido generoso.
La velocista, entrenada por Peter Moody llegó a Inglaterra con 21 triunfos en 21 carreras. La carrera número 22 fue la primera fuera de Australia para Black Caviar, y miles viajaron con ella, invadiendo el camino de la carrera, que por lo general estaba lleno de británicos.
Los colores negro y rosa salmón de Black Caviar se usaron con orgullo en hábitos, tocados y corbatas. El verde y el dorado son los colores deportivos australianos de preferencia pero esta fue una excepción, reservado solo para una 'corredora' excepcional.
Nat Wallace, periodista australiana, viajó desde Newcastle para ver a Black Caviar entrar a la 'realeza' de las carreras.
Wallace, quien tiene un segundo empleo de cronista de carreras y es propietaria de un purasangre, ha seguido esta historia desde que era una potranca y sabía exactamente qué podía esperar, aunque los británicos no.
“He estado escuchando a la gente de Londres en las calles, en bares, diciendo cosas como ‘los australianos piensan que tienen ese increíble caballo’, y entonces les digo, ‘nosotros no pensamos que tenemos un caballo increíble, sabemos que tenemos un caballo increíble’”, dijo Wallace.
¿Demasiado confiada? Tal vez. ¿Están en lo cierto? Definitivamente. Debido a su buena forma se esperaban pocas sorpresas, pero nadie anticipó un final de fotografía. La muchedumbre alocada quedó en silencio y, por un momento, la historia se detuvo.
“Fue un final decepcionante para Black Caviar”, dijo Wallace después de que se decidió el resultado por una fotografía. “Debió de haber ganado por mucho más”.
Se ha revelado que una lesión de espalda puedo haber perjudicado a la yegua, pero mientras continúan los debates acerca de cómo fue que ganó Black Caviar, el hecho de que lo haya hecho fue recompensa suficiente para miles de expatriotas que no han escuchando nada más que cosas grandiosas.
Claire Falconer, abogada de la ciudad de Adelaida, era una de los ciudadanos australianos que acudieron a Londres para observar el Grandstand. “Este es un gran momento … eso es lo que hace a Black Caviar una campeona. Estoy realmente contenta de estar aquí para experimentar todo de primera mano”.
Stephen Pittman, maestro de la localidad australiana de la Costa Central de Nueva Gales del Sur, dice que toda la experiencia fue una fuente de “gran orgullo nacional”.
Ahora, más que nunca, se especula sobre su futuro. ¿Correrá otra vez? ¿Habrá otra campaña internacional? Preguntas que solo Peter Moody, el entrenador, puede contestar.
La velocista está ahora en cuarentena, con un viaje maratónico por delante, del que regresa como campeona internacionalmente reconocida.
Para los miles de australianos que vieron a “La maravilla australiana” correr en el Royal Ascot, no se trataba de recuperar una inversión.
La gloria coronada de Black Caviar será una historia para contar a los nietos o a cualquiera que quiera escuchar. Y a eso, los apostadores no le pueden poner precio.
