Ryan Giggs, capitán de la selección olímpica de futbol de Gran Bretaña, causó polémica al negarse a cantar el himno británico al inicio de los encuentros, al igual que otros jugadores galeses de ese equipo.
En los dos anteriores encuentros frente a Senegal y Emiratos Árabes, el silencio del capitán fue secundado por los también galeses Craig Bellamy, Joe Allen, Aaron Ramsey y Neil Taylor, lo que provocó un intenso debate sobre patriotismo, nacionalismo e identidad, al no contar God save the Queen (Dios Salve a la Reina).
El futbolista hizo un llamado para que se respete el God Save the Queen, una petición a la que se unió Bellamy.
"Todo himno nacional, no importa que sea el de tu peor enemigo, dura sólo uno o dos minutos y hay que estar en silencio y demostrar respeto", dijo el delantero de Liverpool y de la selección nacional galesa.
Las futbolistas escocesas tampoco cantan el himno, pero la popularidad de Giggs ha atraído la atención de todos.
El Reino Unido de la Gran Bretaña se integra por cuatro países: Inglaterra, Escocia, País de Gales e Irlanda del Norte.
"La posibilidad de competir en el evento deportivo más grande del mundo era una oportunidad que no podía rechazar", aseguró Giggs, quien nunca ha participado en una fase final de un torneo futbolístico internacional con Gales.
Escocia, Irlanda del Norte e Inglaterra, son conocidos como los "dragones" y tienen su propia federación nacional que compite como equipo independiente en los torneos organizados por la FIFA o la UEFA.